La Reserva Federal (Fed), el banco central de los Estados Unidos (EU), instrumenta su política monetaria en condiciones normales mediante la realización de operaciones de mercado abierto, consistentes en comprar y vender valores para aumentar o disminuir la liquidez dentro de la economía.
El brazo de la Fed que traza y administra la política monetaria es el llamado Comité Federal de Mercado Abierto (Comité), integrado por 12 miembros con derecho a voto en las decisiones respectivas.
El instrumento principal adoptado por la Fed para aplicar su política monetaria es la tasa de interés de corto plazo, específicamente la tasa de fondos federales, que es la tasa interbancaria de un día para otro en EU. La Fed establece un objetivo para dicha tasa y mediante el manejo de la liquidez procura que esa tasa se establezca alrededor de ese objetivo.
Desde finales de 2008 la tasa objetivo se estableció en su intervalo actual: entre cero y un cuarto de punto porcentual, que en principio se mantendrá en o cerca de ese nivel hasta mediados de 2015. Esto significa que existe un margen prácticamente nulo para reducirla todavía más y estimular la actividad económica.
En esas circunstancias, como lo ha señalado en varias ocasiones Ben Bernanke, el presidente actual de la Fed, la política monetaria tiene que recurrir a otras herramientas, como el llamado relajamiento cuantitativo, que en este caso consiste en la inyección de liquidez mediante la compra de valores públicos y privados por parte de la Fed.
Esta herramienta, no tradicional como lo reconoce el mismo Bernanke, ha sido complementada por la Fed con el uso de otras también no tradicionales, identificadas oficialmente como "Herramientas de comunicación".
En su discurso "Comunicación en la política monetaria", pronunciado en abril de este año, Janet Yellen, a cargo de la vicepresidencia de la Fed y principal candidato (después del retiro de Larry Summers) para sustituir a Bernanke en 2014, señaló que "Los efectos de la política monetaria dependen decisivamente de que el público capte el mensaje sobre lo que la política hará en los meses o años futuros".
Con el manejo de la comunicación, es evidente que la Fed trata de influir sobre las expectativas de los agentes económicos para que las decisiones de estos incorporen, de antemano, los efectos de los mensajes sobre el relajamiento o endurecimiento futuro de la política monetaria.
Es decir, se trata de que los mercados reaccionen no sólo cuando la Fed decide actuar, sino también cuando hable, por lo que algunos analistas mencionan ingeniosamente que la Fed, junto a sus operaciones de mercado abierto, lleva a cabo también "operaciones de boca abierta" que, por cierto, también han empezado a aplicar el Banco Central de Inglaterra y el Banco Central Europeo.
La reacción de los mercados es favorable cuando consideran positivos los mensajes enviados por la Fed, lo que facilita la actuación de la política monetaria. Sin embargo, puede darse el caso en que los anuncios de la Fed sean identificados como negativos, lo que puede dar lugar a una reacción desfavorable.
Esto último fue lo que sucedió en mayo y junio pasados con las declaraciones de Ben Bernanke insinuando que la Fed comenzaría a retirar en un futuro los estímulos del relajamiento cuantitativo actual. Los mercados bursátiles se desplomaron, las tasas de interés de los bonos gubernamentales de largo plazo aumentaron y se depreciaron las monedas de varios países.
Aunque posteriormente regresó la calma, hubo un nuevo episodio de nerviosismo a fines de agosto con motivo de la publicación de la minuta de la reunión del Comité del 30 y 31 de julio, que luego se vio temporalmente exacerbado durante la última semana del mes pasado por las tensiones geopolíticas en Siria y el rumor de una posible intervención de Estados Unidos, lo que hasta ahora no ha sucedido.
Estos antecedentes explican porque la atención de los mercados financieros está puesta en el resultado de la reunión del Comité que comenzó ayer y termina hoy, para conocer si hay cambios en el relajamiento cuantitativo y, más importante aún, el mensaje que darán respecto a la aplicación de la política monetaria en el futuro cercano.
Considero que se recortarán marginalmente, entre 5 y 10 mil millones de dólares, las compras de bonos de la Fed, mientras que tratarán de utilizar un lenguaje que no provoque sobresaltos ni cree falsas expectativas, dado que los inversionistas buscarán más pistas en "la política de boca abierta" sobre el ritmo de retiro del relajamiento cuantitativo aplicado actualmente.
Hoy conoceremos la reacción de los inversionistas en EU a lo que finalmente ocurra y no nos sorprendamos si, como normalmente sucede, tiene repercusiones sobre la evolución de la bolsa y el precio del dólar en nuestro país.