El fin de la epidemia de Sida está en la agenda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para después de 2015, pero es una meta difícil de alcanzar pese a los progresos alcanzados en tratamiento y reducción de muertes e infecciones. Así lo afirmó en una entrevista el director adjunto del Programa Conjunto de la ONU para el VIH/SIDA (ONUSIDA) y también subsecretario general de las Naciones Unidas, el brasileño Luiz Loures, que participa en Panamá en una reunión para analizar los avances de los países latinoamericanos en la respuesta al sida. Loures dijo que se han alcanzado progresos en los dos puntos contemplados en el objetivo 6 de los ODM, que tratan de la reducción del número de muertes y la reversión o estabilización de la epidemia y el número de nuevas infecciones. Hay logros, ya que por un lado existen hoy 10 millones de personas en tratamiento a nivel mundial y hace cinco años "no había ni la mitad", pero el objetivo fijado para 2015 es 15 millones de enfermos tratados. El mayor avance ha sido en la reducción del número de muertes, con medio millón menos en 2012 que en 2005, lo mismo que sucedió con las infecciones, que entre 2001 y 2011 se redujeron en 700,000.
Loures, que se incorporó a ONUSIDA en 1996 y desde 2006 es director adjunto, considera que sobre todo se "avanzó mucho" en la cobertura de los grupos más vulnerables, como los varones homosexuales.
Estos grupos tienen más dificultad para acceder a la salud y sufren discriminación, apuntó.
Según el funcionario de la ONU, éste fue un "marco fundamental" en la lucha contra el Sida que fue adoptado por todos los países, "principalmente en Latinoamérica comparado con el resto del mundo".