Arda Turan fue el héroe del 'Atleti'. (EFE)
Porto no supo mantener la ventaja en el estadio do Dragao y dejó escapar tres valiosos puntos al caer 1-2 ante Atlético de Madrid, en la segunda jornada de la Champions League.
El colombiano Jakson Martínez abrió el marcador a los 16 minutos por el local, sin embargo, el uruguayo Diego Godín (58) y el turco Arda Turan (86) se encargaron de firmar la voltereta para mantener al visitante invicto y como único líder de su grupo.
Luego de estos resultados, los “colchoneros” están en la cima del Grupo G con seis unidades, seguidos del Porto (3), Austria Vienna y Zenit St. Petersburg, ambos con un punto tras igualar 0-0 en el Petrovski Stadium.
El buen ambiente en Oporto motivó a su equipo, que salió ofensivo para poner a trabajar a la zaga visitante desde temprano, el “Atleti” trató de responder pero su adversario no le permitió adueñarse del balón.
Pasado el cuarto de hora, una falta permitió a los “dragones” irse arriba en el marcador, el balón botó en el corazón del área y Martínez remató con la cabeza para fusilar a Thibaut Courtois. El equipo se mantuvo al frente pero no logró incrementar la ventaja ante el buen funcionamiento de la defensa “rojiblanca”.
En la segunda parte, el conjunto luso volvió a apoderarse de las acciones pero en una jugada a balón parado, el Atlético niveló la situación mediante Godín, tras lo cual comenzaron a ejercer mayor presión para que al Porto se le dificultara la salida.
No conformes con el empate, los visitantes apretaron todavía más y para el 86 Arda Turan consiguió la remontada, en partido en el que no participó el mexicano Héctor Herrera, quien se quedó en el banco de suplentes.
En el otro encuentro del grupo, Zenit no pudo hacer valer su condición de local y pese a dominar, se estrelló con la zaga de Viena, que se mostró imbatible.
Pese a quedarse con un jugador menos por la expulsión de Axel Witsel (minuto 44), los rusos jamás se dieron por vencidos y se mantuvieron al frente ante un cuadro austriaco replegado en su área que esperó la oportunidad del contragolpe, la cual nunca llegó.
