"BULLYING" EN EL TRABAJO
Jefes abusivos, despóticos, opresores convierten el lugar de trabajo en un tormento. Un gran porcentaje de personas que han trabajado experimentaron un tipo de "bullying", también conocido como "mobing" en las empresas -un trato dañino, repetido que amenaza, humilla e intimida; abuso verbal y sabotaje. Puede ser ocasional o frecuente, pero siempre deja a la persona disminuida y desgastada.
Una economía incierta y la amenaza de un mercado de trabajo a la baja ha incentivado este problema. Los autores pueden ser tanto los jefes (casi un ochenta por ciento) como los compañeros. Lo que los distingue es el tipo de ataque personal desde el insulto verbal hasta los gritos. Excepto en casos extremos el "bullying" es perfectamente legal.
Los estudios revelan que cuando una persona obtiene más poder, se enfoca más en sus propias necesidades, como si las reglas de un trato digno no aplicaran en él. Esta falta de empatía puede evolucionar en "bullying" (tiranía). Pero este proceder no es prioridad de los hombres, también las mujeres, (un treinta y ocho por ciento) lo practican.
Las mujeres dirigen sus energías para promover divisiones en los equipos de trabajo, usando la táctica "divide y conquista", o incitando a empleado contra empleado, además tienden a ser hipercríticas,
La cultura del lugar de trabajo es el factor más importante en la participación del "bullying". Nosotros respondemos a las situaciones, pero olvidamos qué tanto influyen en los demás. Desafortunadamente la mayoría de las organizaciones no han combatido el "bullying" directamente.
En un estudio sobre las consecuencias del "bullying" en las empresas de los Estados Unidos, los resultados fueron los siguientes: la mitad de los empleados bajan en eficiencia, dos terceras partes pierden el tiempo y una octava parte renuncia a su empleo.
Para solucionar estos casos es aconsejable precisar el problema, ya sea que lo llames "bullying", acoso o abuso emocional. El ponerle nombre a tu experiencia lo legitima y te evita caer en la trampa de culparte a ti misma. Habla con tu jefe o con tus compañeros. Las personas muchas veces no consideran su comportamiento como dañino. Lleva un récord de estas ofensas y en su oportunidad preséntalo a tu jefe o a algún superior.
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