LA DISCIPLINA COMO UNA ALIADA
Una estructura sin disciplina es, por supuesto, un fracaso. Disciplina significa por definición: "Entrenamiento que resulta en una mejoría moral o mental". Su objetivo es imponer orden en nuestras vidas, es el mejor regalo que nos podemos dar.
Casi siempre calificamos la disciplina como algo difícil que inhibe nuestro derecho a ser libres; sin embargo, si nos resistimos a actuar como es debido y continuamos posponiendo, nos vamos a sentir cansados y quizá con sentimientos de culpa.
La postergación es una enfermedad absorbente de energía, un síndrome de debilidad que nos arrebata nuestros sueños y respeto propio.
Es fácil engañarnos creyendo que al no tener un plan o una estructura somos más libres. Pero justamente, lo opuesto es lo correcto. Piensa en las ocasiones en las que te has resistido a ser disciplinada y calcula lo que te ha costado. Es tiempo, pues, de actuar; a veces correr con el viento y en otras ocasiones en su contra; mas realmente nunca quedarnos sin movimiento.
Cuando nos decidimos deliberadamente a actuar, sentimos la sorprendente emoción de alinearnos con nuestros propios deseos, sentimos que se levanta nuestro espíritu y provoca movimiento. Las actuaciones correctas despiertan en nosotros recursos ocultos que nos animan a expresar lo mejor de nosotros.
Las acciones correctas nos permiten descubrir oportunidades que nos llevan hacia el futuro que deseamos. Un famoso autor decía: "La tragedia de la vida no es que termine tan pronto, sino que esperamos tanto tiempo en comenzarla".
Algunas de nosotras hemos desperdiciado mucha de nuestra energía vital comentando acerca de la gran vida que podríamos o deberíamos tener. Pero esto no nos proporciona los mejores años de nuestras vidas. Hoy en día tenemos que determinar si las resoluciones que elegimos nos llevan hacia delante o nos mantienen inmersas en el pasado.
Cuando ponemos atención a nuestros deseos no realizados, nos damos cuenta que en lugar de traernos excitación, pasión, alegría y satisfacción, nos han robado nuestra fe y estima propia.
Cuando actuamos, nos dirigimos a nuestros sueños, nos animamos a planear grandes visiones para nuestras vidas.
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