RASGOS DE TU PERSONALIDAD
Las siguientes son algunas conductas que pueden abrillantar tu vida en el trabajo:
AYUDAR A LA GENTE CON GUSTO
Algunas asistentes tienen que hacer un gran esfuerzo para lograrlo. No se nace con esa cualidad. Así pues, analiza los defectos en las personas que más te irritan y trata de ser más comprensiva.
CONVERSACIONES CASUALES
Observa a otros en la oficina, incluyendo a tu jefe. Cómo atienden a las personas con rapidez sin hacerlos sentir que tienen prisa. Un cordial saludo es usualmente todo lo que se necesita para recibir a las personas que vienen a tratar algo con tu jefe.
GUARDAR CONFIDENCIAS
Si no tienes ese hábito, adquiérelo tan sólo por simple cortesía. Es muy importante que tomes en cuenta que si no eres discreta respecto a los movimientos al interior de la oficina, muy pronto vas a ser despedida y sin carta de recomendación.
BUENAS RELACIONES CON LOS COMPAÑEROS
Ya que el jefe no tiene tiempo para mediar en las disputas en la oficina, está en ti aclarar la situación. En cualquier caso, procura ser más tolerante con los defectos de los compañeros.
ÁREA DE TRABAJO LIMPIA Y ORDENADA
Organiza los cajones de tu escritorio, no acumules objetos inservibles. Observa el mismo orden en otras áreas de la oficina -y no dejes pertenencias personales en otros lugares de la oficina.
TAREAS DESAGRADABLES
A nadie le gusta hacerlas, pero alguien debe atenderlas. Sería aconsejable que tú y tus compañeros llegaran a un acuerdo y poder intercambiar dichas tareas.
CRISIS
Qué tan bien manejas las crisis dependerá de qué tanto conoces tu empresa, tu departamento y tu jefe. Recuerda que el "apanicarte" no te conducirá a nada, así que mantén tu cabeza en su lugar.
EFICIENCIA
Esto envuelve más que las habilidades básicas. Acortar el tiempo que te lleva cumplir con cada una de tus obligaciones. Sería una buena idea que hicieras una lista de tus distracciones (tales como platicar con los compañeros o soñar acerca de tus próximas vacaciones).
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