MOTÍVATE
Tu trabajo puede ser una fuente de logros beneficios mentales, así como anímicos y financieros, si tratas de desarrollar y tu potencial a través de tu posición. Para que tu trabajo actual resulte remunerable y alcances puestos de más responsabilidad tienes que motivarte para lograrlo.
REDIRIGE TU PENSAMIENTO
¿Qué es lo que quieres obtener de tu trabajo? ¿La satisfacción y el orgullo que provienen de hacer las cosas bien? o, ¿tu mayor interés está en tu cheque de paga? Es muy importante que decidas cuál es tu móvil.
DETERMINA TUS METAS
Necesitas una revisión de tus habilidades. ¿Eres organizada? ¿Cómo andan tus relaciones humanas? Admite cuáles son tus puntos débiles y da los pasos necesarios para corregirlos.
CONTRIBUYE CON IDEAS
Respalda tus ideas con hechos. La falta de comunicación puede matar el entusiasmo y la iniciativa.
ACTUALIZA TU IMAGEN
No permitas que ideas anticuadas absorban tus potenciales y te pongan en desventaja en el mundo del trabajo. Establece una nueva imagen. Recuerda que la manera como te ves determina tu actuación.
EVALÚA TU ACTITUD
Tu actitud en el trabajo puede afectar tu disposición a canalizar tu energía. Fíjate metas y desarrolla un programa para alcanzarlas.
AUMENTA TU MOTIVACIÓN
Si tus metas son limitadas (tales como aumentos anuales, prestaciones, etc.), no vas a estar motivada para contribuir con la empresa. Como resultado acabarás sin avanzar e insatisfecha con tu trabajo. Para mantenerte motivada, asegura tu puesto estructurando tu trabajo con metas, las cuales debes alcanzar. Qué tan altos sean tus estándares dependerá de ti.
La noción de que las mujeres no están orientadas hacia el trabajo es un concepto engañoso. Así que no permitas que ideas preconcebidas acerca de lo que puedes contribuir y alcanzar disminuyan tu entusiasmo. Toma tu trabajo con seriedad y encontrarás una gran satisfacción de tu desempeño.
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