La prebases se han convertido en toda una revolución en lo que a maquillaje se refiere. Se utilizan tanto para minimizar imperfecciones como para dar al rostro ese toque de porcelana tan deseado
Aun cuando las prebases son conocidas desde hace algunos años, eran productos exclusivamente utilizados por profesionales del maquillaje; sin embargo, hoy día han entrado con fuerza al mercado y ya son parte de la rutina diaria de belleza de muchas mujeres. Pero, ¿qué son? y ¿para qué sirven?
Como su nombre lo indica, son cosméticos que se utilizan antes de aplicar la base y después de la crema hidratante. Se parecen a las reductoras de poros y muchos poseen la textura de un gel, pero su objetivo fundamental es dejar la piel totalmente preparada para iniciar el proceso de maquillaje.
Distintas funciones e ingredientes diversos
No todas son iguales o sirven para lo mismo: textura, tipo de producto, resultado final varían sustancialmente unas de otras. Esto se debe a la función primordial que cumplen y, derivada de ésta, a los ingredientes principales que contienen:
Minimizar irregularidades: Rellenan los poros evitando que se ensucien con la contaminación o con el maquillaje. Dejan la piel muy pareja debido a que también ayudan a difuminar algunas pequeñas líneas de expresión.
Preparar el cutis: Acomodan la piel para que el maquillaje se adhiera mejor. Por lo general contienen silicona, dejando una sensación de una epidermis mucho más suave (las personas alérgicas a dicha sustancia deben evitar su uso).
Unificar el tono: Estos emparejan el color; son perfectos para mujeres con áreas donde hubo o hay acné o rosácea. Dejan el rostro con un tono uniforme, incluso debajo de los ojos que, debido a bolsas y ojeras, es una zona generalmente más oscura.
Matificar la piel: Controlan el brillo, de manera que no aparezca por varias horas y arruine el maquillaje. De éstos existen varios en el mercado, ya que son los más comunes.
En cuanto a los ingredientes de estas fórmulas, existe una gran variedad y la combinación dependerá de para qué fueron concebidos: hay unos ricos en antioxidantes, tales como vitamina A, C, y E, así como resveratrol y extracto de semillas de té verde. Otros pueden incluir ciclometicona y dimeticona (silicón fluido). Algunos no poseen conservantes, aceites o fragancias y muchos contienen factor de protección solar (SPF). Por ejemplo, las prebases para los ojos contienen, por lo general, isododocane (hidrocarburo que se utiliza a menudo como emoliente), talco, polímeros y polvos minerales, junto a una combinación de extracto de arroz antioxidante.
Preguntas frecuentes
Gran cantidad de personas afirman que las prebases actúan como una segunda piel, pero mucho más perfecta: rellenan arrugas y unifican la superficie del rostro, dejándolo preparado para la base. Esto es verdad hasta cierto punto, ya que no se trata de productos milagrosos. Luisa Ballentine, maquilladora profesional del portal www.guioteca.com, brinda una serie de explicaciones que sirven para aclarar las dudas más usuales sobre los beneficios y limitaciones de este tipo de cosméticos.
Siempre son necesarios
No. Su uso dependerá de cada persona. Si su rutina de maquillaje funciona perfectamente y no incluye el uso de estos cosméticos, entonces no hay razón alguna para incorporarlos.
Permiten extender la duración de la base
Sí. "Crean una barrera entre la piel y la base, por lo tanto ésta dura más y, a la vez, no se corre, pues queda fija a la prebase", asegura la experta.
Evitan brillos indeseados
Sí, hasta cierto punto. Existen productos específicos para matificar la piel y controlar el brillo. Por lo general, "suelen ser fórmulas libres de aceite, ideales para pieles grasas y con tendencia al acné. Sin embargo, en casos de personas con sudoración excesiva, el efecto de control de brillo no permanece a lo largo del día".
Garantizan una base a prueba de agua
No. Es probable que un primer cuyo componente principal sea la silicona pueda ser a prueba de agua, pero no transfiere estas propiedades a la base pues ambos productos no se mezclan, sino que se superponen.
Prebases de colores con distintos objetivos
Sí. "De acuerdo con la teoría del color, algunas tonalidades, al ser superpuestas, se anulan mutuamente. Éste es el principio que permite corregir ojeras y otras decoloraciones en el cuerpo, y en el que se basan las prebases con color. Por ejemplo, uno verde sirve para contrarrestar zonas rojas (rosácea, acné), mientras que una mezcla entre amarillo y naranja acaba con zonas moradas y azules", indica la maquilladora.
Una prebase para cada zona del rostro
Sí. Desde que se han convertido en un básico del maquillaje estos productos se pueden encontrar de muchos tipos: con color, transparentes, con brillo, etcétera. Además hay para las pestañas que son, la mayoría de las veces, incoloros y sirven para darles volumen antes de la aplicación de la máscara, proporcionando un acabado más completo. También se encuentran los de labios, que tienen el propósito de suavizar dicha zona, ayudando a mejorar la aplicación del labial o el brillo. También tienen la función de aumentar la longevidad del color, evitando, además, que migre hacia las líneas finas que se forman alrededor de la boca.
