Riesgo. Los operativos por parte de la Policía Militar oficializan la militarización del estado, según representante de Eureka.
Ven riesgo de abusos, pérdida de los derechos humanos y civiles, así como de desapariciones forzadas con la Policía Militar y los operativos vehiculares en La Laguna de Durango.
El 6 de junio de este año, Elda Nevárez, integrante del Comité Eureka, en la conferencia ofrecida en Saltillo, Coahuila, como parte del Foro Internacional sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias en México, había advertido sobre las repercusiones de la militarización del país.
Días después se anunció la entrada en funciones de la Policía Militar en La Laguna de Durango, lo que dijo viene a oficializar al estado militar y a anular todos los derechos fundamentales.
"Con la puesta en marcha de la Policía Militar lo que podemos esperar es una agudización de las condiciones de vida en todos los niveles porque estamos regidos no por un estado civil, sino militar, que implica que nuestra calidad como ciudadanos se anula totalmente, porque se violan todos los derechos humanos y constitucionales", dijo.
La activista social criticó duramente los operativos vehiculares, debido a que es un área diseñada para ser ejercida por una autoridad civil.
"Es un problema social que ahora lo atacan con una acción militar, los carros que no traen placas porque no cuentan con la solvencia para sacarlas, porque un carro es una necesidad, ya no un lujo y de entrada si te detienen, te tratan como culpable porque ese es el trato de los militares, se bajan con el arma lista para disparar, desde ese momento no tienes calidad como ciudadano, tus derechos a la libre expresión, circulación, tu derecho ciudadano está coartado".
Señaló que existe un riesgo inminente de desapariciones forzadas, debido a que históricamente se tiene esta relación en México y otros países y que incluso el Comité Eureka, que fundó y preside la ex senadora Rosario Ibarra, tienen documentadas algunas.
"Tenemos pruebas de familiares de gente que fue detenida en un retén, que habló a sus familiares para informar dónde se encontraban y jamás llegaron a su casa". Ante esto llamó a la ciudadanía a no amedrentarse y organizarse para exigir sus derechos "porque la vida que nos espera, que le espera a nuestros hijos y generaciones futuras va a ser muy dura".
