Abrazo. El Papa Francisco dio ayer una abrazo conmovedor a un enfermo.
El presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Vincenzo Paglia, dijo ayer en Sao Paulo que el Vaticano está "muy preocupado" por el "momento de crisis" que, a su juicio, está atravesando la familia.
Para el arzobispo italiano, que ayer visitó Salvador de Bahía (norte de Brasil), "la familia está viviendo un momento de crisis, histórico, en el que por primera vez (la familia) es golpeada en el corazón".
"No es un problema interno (de la religión católica) sino de la sociedad humana porque la crisis de la familia significa la crisis de la sociedad", explicó en una rueda de prensa en la Catedral de la capital paulista y subrayó que "es urgente poner atención a este gran problema".
Paglia consideró que esta crisis es consecuencia del "sacrificio del afecto", sustituido, a su juicio, por la búsqueda "de la satisfacción personal" en la que "el interés del individuo es más importante que el interés del colectivo".
Sobre la adopción en los matrimonios homosexuales, se limitó a decir que "en toda la historia, la Iglesia siempre defendió a los niños de cualquier naturaleza".
Al respecto de las parejas casadas en segundas nupcias, el arzobispo apuntó a que el papel de la comunidad católica es "abrazar" y que si él mismo tiene que "abrazar una vez a un matrimonio (que no haya pasado por un divorcio antes), al divorciado, cinco veces".
Para Paglia, quien celebró que "uno de los primeros gestos" del papa Francisco fuera convocar un Sínodo sobre la familia, el "afecto tiene que ayudar a estos núcleos a vivir su relación con la Iglesia de manera más rigurosa ".