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¡Preocúpate, Rosario!

ALFONSO ZÁRATE

El miércoles 17 de abril el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, exhibió audios y videos que muestran, de manera descarada, la utilización político-electoral de los programas sociales por parte de funcionarios del gobierno de Javier Duarte en Veracruz.

Ante las denuncias, el presidente Peña Nieto respondió, en un primer momento, de una manera extraña, incomprensible, en defensa de su secretaria de Desarrollo Social: "Rosario, no te preocupes, hay que aguantar. Ya empezaron las críticas de a quienes les preocupa la política y las elecciones. Sigan aquellos criticando las acciones mientras se preocupan por las elecciones; nosotros nos ocupamos y nos comprometemos a acabar con el hambre". Seguramente mal informado, Peña Nieto desconocía los testimonios sobre la puesta en marcha de operativos para lucrar electoralmente con los programas federales en la contienda por las alcaldías veracruzanas.

Ante el espaldarazo a Rosario Robles, Madero anunció que, por lo pronto, no acudiría a ninguna reunión del Pacto por México. Lo que derivó en la cancelación, el martes pasado, del acto en que sería presentada la iniciativa de reforma financiera. El gran acuerdo pluripartidista, eje de la estrategia presidencial, resentía un primer impacto de la política a ras de suelo. Y en el centro de la polémica, con razón o sin ella, aparecía una de las figuras más controvertidas del gabinete presidencial.

Cuando Enrique Peña Nieto dio a conocer la integración de su equipo de transición, muchos se preguntaron por la inclusión de un personaje como Rosario Robles, cuya trayectoria incluye vínculos nunca aclarados con los negocios de Carlos Ahumada -su pareja en aquel tiempo- en el GDF, a partir del tráfico de influencias y el soborno. Funcionarios muy cercanos a la entonces jefa de gobierno resultaron balconeados en los videos que grababa el empresario para, en su caso, operar el chantaje. Al margen de eso, también se recuerdan las denuncias por el manejo poco escrupuloso de las finanzas del PRD durante su gestión como presidenta nacional.

Periodistas y observadores conjeturaron que su inclusión en la campaña de Peña buscaba aprovechar el conocimiento de Rosario sobre el modus operandi de AMLO y el PRD; una especie de antídoto para minar el potencial del candidato de la izquierda.

No está claro si el objetivo se cumplió. Pero el activismo electoral brincó al equipo de transición y, de ahí, al primer círculo presidencial. Y no en cualquier cartera, sino en la poderosa Sedesol, la secretaría con enormes recursos y atribuciones que diseñó Salinas de Gortari para Luis Donaldo Colosio. Parecería, entonces, que Robles es una pieza clave en la estrategia del presidente y el PRI en por lo menos dos planos: neutralizar a la izquierda social en estados de alta densidad electoral y, por supuesto, cultivar el terreno para la anhelada "recuperación" del DF.

Acaso ello explique las "resistencias" de Miguel Ángel Mancera a permitir el despliegue de operadores de Sedesol en la capital del país. El escándalo en Veracruz activó las alarmas y los gobernadores no priistas estarán al acecho de maniobras político-electorales amparadas en el noble propósito de paliar el hambre y la marginación. Malas noticias para el espíritu de concordia y colaboración.

Afortunadamente, después del tropezón inicial, el presidente Peña envió una señal en sentido contrario: "El gobierno de la república asume como firme compromiso vigilar que nadie, nadie, lucre con las carencias y necesidades de las personas. Por eso, este gobierno no tolerará el uso electoral de los programas sociales. Hoy reitero la firme determinación del gobierno de la república para encontrar este espacio de diálogo, con todas las fuerzas políticas, para que establezcamos los mecanismos que blinden el uso de los programas sociales que en los tres órdenes de gobierno se lleven a cabo".

Bienvenida la rectificación y, más aún, la ratificación del compromiso. Por décadas, la política social de los gobiernos de México se ha caracterizado por el sesgo clientelar y partidista: mantener pobres a los pobres para mantenerlos cautivos. Ya es hora de cancelar esa historia. Sin embargo, no es muy probable que la actual titular de Sedesol sea la indicada para iniciar el viraje: no es experta en política social, sino en capitalizar el rendimiento político de lo social.

Después de la vapuleada que recibió durante su comparecencia ante comisiones del Senado, el mensaje es claro: "Ahora sí, preocúpate Rosario".

Twitter: @alfonsozarate

(Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario)

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