Me da mucho gusto poder compartir algunas experiencias profesionales que he tenido a través de los años sobre el tema del agua.
Agradezco mucho a este prestigiado medio la oportunidad que me brinda para poder contribuir a mejorar las condiciones de vida de nuestra querida Comarca Lagunera.
A través de estos artículos trataré de visualizar diversos temas relacionados con el agua en forma objetiva y aclarar muchos mitos que se han propagado en base a deducciones o inferencias sobre la situación actual y futura de este valioso recurso en la región.
Aún cuando las sequías en la región son un problema recurrente, recientemente se ha estado mencionando que el agua se está acabando y que por tal motivo el futuro de la Comarca Lagunera está en peligro.
Esta percepción es totalmente equivocada, por lo que es necesario aclarar algunos aspectos de la disponibilidad del agua en La Laguna.
Desde que se inició la agricultura en la Comarca Lagunera, cada año los productores agrícolas han dependido de las lluvias que ocurren en las cuencas altas de los ríos Nazas y Aguanaval.
Cabe aclarar que antes de que existieran las presas se tenía gran incertidumbre sobre las avenidas aleatorias de estos ríos, por lo que al construirse la presa de Palmito se logró contar con reservas de agua y planear mejor su utilización.
En forma complementaria, es a partir de la década de 1920 cuando se inicia la explotación del agua subterránea del acuífero Principal del valle y en 1946 se empezó a almacenar agua en la presa Lázaro Cárdenas, mejor conocida como Palmito.
Si se analizan los registros históricos de las lluvias y escurrimientos en la Cuenca Alta del río Nazas, se observa que no hay ninguna tendencia a aumentar o a disminuir, aunque si existe una gran variabilidad año con año.
Tampoco se observan patrones cíclicos de abundancia o sequía porque su comportamiento es aleatorio. Dependemos fundamentalmente de la actividad ciclónica en el Océano Pacífico durante el período de julio a octubre de cada año.
Recientemente tuvimos un período de abundancia de cuatro años (2007-2010), con avenidas extraordinarias en el río Nazas en 2008 y 2010, lo cual permitió varios ciclos agrícolas (20082012) con volúmenes de agua de 850 Mm3 a 1, 100 Mm3, a pesar de la severa sequía de octubre, 2010 a agosto, 2012 (22 meses), cuyo resultado final es el almacenamiento actual en la presa Lázaro Cárdenas de 1, 346 Mm3. Es importante mencionar que el ciclo agrícola que acaba de pasar en el 2012 fue de 950 Mm3, que se considera como muy bueno.
Ahora, con el almacenamiento actual en Palmito no conviene agotar todas las reservas, previendo que la sequía puede continuar este año, por lo que CONAGUA sólo autorizó un ciclo agrícola de 600 Mm3. Pero más que tratar de discutir si el vaso está medio lleno o medio vacío, es tiempo de revisar las eficiencias en el manejo del agua superficial en el Distrito de Riego 017 de la región Lagunera.
Es sorprendente la enorme cantidad de pérdida de agua que ocurre en la conducción, distribución y en la aplicación en parcelas, que ascienden al 70% global.
En otros distritos de riego, como Delicias y Mexicali, las eficiencias hasta fechas recientes eran similares, situación que se ha mejorado sustancialmente en los programas de tecnificación.
En el Distrito de Riego 005 de Delicias en el 2002 se inició un programa de uso sustentable del agua en la cuenca del río Conchos por cuatro años con una inversión de $1, 360 millones de pesos para revestimiento y/o entubamiento de canales, nivelación de tierras, sistemas de riego en baja presión y multicompuertas, sistemas de riego en alta presión y en baja presión, plantas de bombeo y pozos con baja presión y obras en la infraestructura principal, con el objetivo de ahorrar anualmente 340 Mm3. La modernización y tecnificación de los sistemas de riego en Delicias es un ejemplo de éxito a seguir en la Comarca Lagunera en el manejo del agua superficial.
En nuestra región existe un gran potencial de ahorro de agua, por lo que si en este momento se tuviera ya un avance importante en la modernización y tecnificación del Distrito de Riego 017, la disponibilidad de 600 Mm3 permitiría un buen ciclo agrícola este año. La mayor cantidad de pérdida de agua se presenta en la red menor de distribución y en la aplicación del riego en parcelas, que en conjunto representan alrededor del 70% de las pérdidas totales.
Es en esta parte del sistema de riego donde se requiere mejorar el control y eficientar el uso del agua.
Desde hace más de 30 años se empezaron a instalar algunos sistemas de riego tecnificados en la región, sin embargo, el avance ha sido relativamente limitado.
A la fecha se continúa regando por acequias y con aniego la mayoría de los predios agrícolas.
Se requiere un programa intensivo de modernización y tecnificación de los sistemas de riego agrícola, que permita avanzar significativamente en el uso eficiente de este recurso, tanto en el agua superficial, como en el agua subterránea.
