La Policía informó haber desarticulado la banda tras la detención de cuatro hombres involucrados en un asalto que habían cometido minutos antes a una tienda de conveniencia ubicada en la colonia Eduardo Guerra.
Agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón que informaron a medios de comunicación haber desarticulado una banda delictiva, se equivocaron.
La Policía informó haber desarticulado la banda tras la detención de cuatro hombres involucrados en un asalto que habían cometido minutos antes a una tienda de conveniencia ubicada en la colonia Eduardo Guerra.
Se informó que había sido la tarde del pasado lunes 29, luego de una llamada de auxilio por parte del encargado de una tienda, cuando los agentes de la Policía Municipal lograron la detención de Israel Aguilera Villalobos, Pablo Rodríguez Escareño, Miguel Caraza Jaramillo y Jesús Mireles Adriano.
Sin embargo, estos tres últimos tienen empleos fijos, fueron detenidos horas antes de que sucediera el asalto y finalmente ya fueron puestos en libertad cuando estaban casi listos para ser consignados al Cereso de Torreón. Quedaron en libertad gracias a la investigación que realizó el Ministerio Público al verlos nerviosos, asustados y contar con testigos de sus declaraciones de inocencia.
Antes de esto la síndica de vigilancia del Ayuntamiento de Matamoros, Patricia Candelaria Valenzuela, proporcionó una abogada a los familiares de los detenidos que habían solicitado el apoyo a la Presidencia Municipal de Matamoros.
Finalmente se descubrió que los tres detenidos no cometieron el asalto ni pertenecen a ninguna banda.
Pablo no sabe usar arma, ni es suya la que le pusieron antes para salir en la foto. Él es maestro.
Miguel es empleado del expendio de cerveza de su hermana donde ha trabajado desde siempre. Lo que fue constatado con los vecinos del sector, todos molestos por la detención.
Jesús es empleado y además tiene un año que instaló su propia miscelánea. Ahora hasta los repartidores le hacen saber su desconfianza.
A los dos primeros los detuvieron porque estaban platicando en el expendio, donde se venden cigarros. Al otro lo detuvieron tras confirmar que en su tienda también se venden cigarros.
Vecinos y familiares exigen resarcir el daño moral que les provocó ser presentados por la Policía y ser fotografiados como delincuentes.
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