Ensayo. De acuerdo a informes de Corea del Sur, no se observan efectos radioactivos tras el ensayo nuclear de Norcorea.
Estados Unidos y sus aliados en el sureste asiático podrían incrementar sus ejercicios militares a fin de mostrar su firme oposición a Corea del Norte y sus ensayos nucleares, adelantaron ayer analistas chinos.
Wang Fan, experto en estudios coreanos en la Universidad China de Relaciones Exteriores, también previó un rápido despliegue de sistemas antimisiles en nombre de la contención de Corea del Norte, indicó en declaraciones a la agencia Xinhua.
El analista habló de algunas de las consecuencias por el tercer ensayo nuclear que realizó Corea del Norte el pasado martes, y que acarreó la condena internacional, inclusive de China, prácticamente su único aliado.
Por su parte, Ruan Zongze, vicepresidente del Instituto Chino de Estudios Internacionales, señaló que Corea del Sur debe mitigar sus preocupaciones internas sobre la prueba nuclear de su vecino del norte.
Añadió que la prueba norcoreano, un artefacto que explotó bajo el suelo con poco más de seis kilotones de potencia, podría ser empleado como pretexto por Washington para ampliar su presencia militar en el este asiático, escenario que sólo incrementaría la tensión regional.
De acuerdo al despacho de Xinhua, tras la prueba del pasado martes, Beijing inició una fuerte ofensiva diplomática para reducir la tensión en la zona.
Indicó que la página electrónica del ministerio de Asuntos Exteriores chino informó que el canciller Yang Jiechi y su contraparte surcoreana Kim Sung-hwan dialogaron vía telefónica la víspera sobre la situación en la península coreana, aunque no se ofrecieron detalles.
Las autoridades surcoreanas siguen sin detectar en su territorio cambios en los niveles de radiación ni sustancias que puedan aportar información sobre la prueba nuclear que realizó el martes Corea del Norte.