El gobierno colombiano y las FARC reanudarán este martes los diálogos de paz en Cuba en medio de una fuerte tensión por la reciente visita del líder opositor venezolano Henrique Capriles a Bogotá, estimó hoy el diario El Colombiano.
El periódico indicó que los delegados de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) expresaron su “malestar” por la visita de Capriles a la capital colombiana, lo que generará “tensión” en la mesa de negociaciones.
En un comunicado, el grupo insurgente acusó al presidente Juan Manuel Santos de “desinflar” la atmósfera de paz lograda en las conversaciones que se desarrollan en La Habana con su gesto de recibir, el 29 de mayo pasado, al líder opositor venezolano.
Según las FARC, Santos minó el optimismo que rodeaba la negociación con el grupo rebelde al generar, con su reunión con Capriles, un clima desfavorable con el gobierno venezolano.
Venezuela acompaña junto a Chile las discusiones de paz que iniciaron el gobierno de Santos y esa guerrilla en noviembre de 2012 en La Habana, con Cuba y Noruega como garantes, para acabar con 50 años de conflicto armado interno en Colombia.
El diario aseguró que la visita de Capriles a Bogotá “cayó mal en la cúpula guerrillera” y seguramente también en la delegación rebelde colombiana que viaja este lunes a La Habana para retomar las discusiones, la cual “encontrará tensión en la mesa” de diálogo.
El periódico aseguró que, pese a los duros términos del comunicado de las FARC, los politólogos creen que el proceso de paz seguirá su marcha porque ya tomó una dinámica que permite continuar avanzando sin importar la molestia del grupo insurgente.
Recordó que el pronunciamiento rebelde se produjo luego que el presidente venezolano Nicolás Maduro anunciara la posibilidad de reunirse con su par colombiano para recomponer relaciones y comunicar la decisión de seguir apoyando el proceso.
Las partes inician este martes la discusión del tema sobre la participación política de los reinsertados luego de alcanzar un consenso en el punto del acceso a la tierra, considerado por analistas como el más sensible de la agenda de paz.
