Incertidumbre. El tipo de cambio estará movido por los reportes económicos de Estados Unidos.
Reportes económicos en Estados Unidos y en México moverán a la divisa mexicana del 13 al 17 de mayo, una semana que se espera sea volátil para la moneda nacional, según previsiones de Harbor Intelligence.
Ayer por la mañana se dieron a conocer los datos para las ventas al menudeo en EU para abril que, si bien el número vino mejor a lo esperado, el peso mexicano cotiza por encima de las 12.15 unidades por dólar.
El miércoles se dará a conocer el dato de la producción industrial estadounidense, cuyo indicador se espera se contraiga 0.2 por ciento mensual, aunque esta caída o una mayor podría debilitar al peso mexicano.
La construcción de nuevas casas para abril se dará a conocer el jueves y se espera una ligera reducción que no afecte al peso de manera significativa.
Sin embargo, explican los expertos de Harbor Intelligence, el mismo día se darán a conocer las solicitudes de desempleo en Estados Unidos.
Como se ha visto en semanas pasadas, los movimientos significativos en las solicitudes de desempleo mueven a la moneda mexicana y en esta ocasión se prevé que las peticiones aumenten ligeramente -de 323 mil a 330 mil-, por lo que el peso podría perder un poco de terreno.
Pero el dato más importante vendrá el viernes: el Producto Interno Bruto del País para los primeros tres meses del año en curso.
El crecimiento del PIB de México para el primer trimestre se espera sea de alrededor de uno por ciento anual.
Si esto se confirma, desde la perspectiva de los especialistas de la firma de consultoría económica y financiera, el peso podría debilitarse al finalizar la semana.
Por lo anterior, se avizora que la paridad peso-dólar cierre la semana en alrededor de 12.15 unidades por billete verde.
Por otro lado, el sábado 18 de mayo es la fecha límite para que el Congreso de EU llegue a un acuerdo en torno al límite al techo de deuda del Gobierno.
Mucho se ha comentado últimamente sobre el hecho de que el tesoro de EU podría seguir endeudándose porque sus pasivos no tocarían techo sino hasta el mes de septiembre gracias a mayores flujos de ingresos y menores gastos.
Con esto, en el corto plazo, los analistas de Harbor Intelligence no ven mayores presiones como las habían venido anticipando.