El Inegi dio a conocer el indicador de productividad total de los factores en México, entendida como la producción que resulta de la combinación eficiente -o no- de los factores empleados, que fue en promedio de -0.39 por ciento entre 1991 y 2011.
Este nivel es muy similar a los niveles de Italia y España, de -0.29 y -0.58 por ciento, en cada caso en el mismo periodo. Pero contrasta con los aumentos en Estados Unidos, Reino Unido y Francia de 0.35%, 0.57 por ciento y 0.25 por ciento.
En conferencia de prensa, Arturo Blancas, director general de estadísticas del Inegi, explicó que la productividad total de los factores tiene que ver con el progreso técnico, con la forma de emplear los factores de la producción en su conjunto (recursos humanos, maquinaria y equipo, TICs, energía, materias primas y servicios), con los cambios tecnológicos no incorporados en la parte de la producción, con los efectos en los cambios y técnicas de administración, con los modelos de negocios, los procesos de los negocios, las economías de escala, el uso eficiente de los insumos y las reglas del juego o barreras de acceso a los mercados.
De tal manera que en promedio la economía nacional no fue capaz de asimilar todos los recursos o insumos que se le metieron para alcanzar la producción observada, ni rebasarla, ahondó.
En esos veinte años, la ocupación registró una contribución promedio de 0.43 por ciento a la producción, y el capital de 1.58%, donde destacó el avance de las a tecnologías de la Información (TICs) con 1.20%
La suma de la productividad total de los factores fue de 3.97%, es decir que la economía tenía el potencial de crecer eso y más, sin embargo, la producción observada creció 3.58%. La resta o residuo, dan la productividad negativa reportada en -0.39.
México es el primer país de Latinoamérica que cuenta con este indicador y de suma a la lista de 30 países que ya cuentan con el.