Debido a la resequedad ocasionada por el frío se producen fisuras, que al quedar expuestas facilitan el ingreso del virus herpes 1 responsable de la aparición de los fuegos labiales. INGIMAGE
La temporada de frío propicia una mayor aparición de los llamados ‘fuegos labiales’ debido a que el clima genera una mayor resequedad en mucosas, labios y cavidad oral, informó la dermatóloga Ana Rosa Alvarado Rivas, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) 14 del IMSS en Jalisco.
Explicó que debido a la resequedad ocasionada por el frío se producen fisuras, que al quedar expuestas facilitan el ingreso del virus herpes 1 responsable de la aparición de los fuegos labiales.
Señaló que el herpes 1 se manifiesta con mayor frecuencia en los labios, sin embargo, puede también aparecer en cavidad oral y encías.
“Su desaparición de la superficie suele tomar de una a dos semanas, sin embargo, el virus permanece en el sistema inmunológico, por lo tanto el ‘fuego’ reaparece por temporadas cuando el organismo se encuentra bajo de defensas”, apuntó.
Dijo que las también llamadas ‘calenturas’ o herpes febriles, pueden aparecer por otros ‘activadores’ como el asolearse, lo que provoca baja de defensas y reactivación del virus.
Comentó que es altamente contagioso de persona a persona, sobre todo cuando la lesión o ampolla se encuentra viva, por lo regular se transmite cuando existe contacto con el contorno o la cavidad oral por medio de los besos.
Señaló que la incidencia de fuegos labiales entre la población en general asciende a alrededor de 20 por ciento, sin embargo, únicamente 30 por ciento presentará síntomas.
Indicó que es frecuente que por lo menos 24 horas previas a la aparición del ‘fuego’ labial, quien lo presenta haya padecido manifestaciones como irritación, úlceras en los labios, sensación de ardor, quemazón y comezón.
Afirmó que aunque en algunos casos, el ‘fuego’ desaparece por sí solo al pasar los días, se brinda tratamiento a quienes presentan este tipo de lesiones como utilización de algunos antivirales de aplicación tópica y ungüentos o pomadas para lubricar la zona afectada.
Advirtió que no debe recurrirse a métodos caseros que puedan irritar aún más el área lesionada, como el jugo de limón, pasta dental o el hielo aplicado directamente en la herida.
Estimó que una vez que se adquirió el virus, puede haber hasta ocho periodos de reincidencia al año, “por lo que es importante que quienes tienen antecedentes de este tipo de lesiones, eviten situaciones que puedan reducir sus defensas orgánicas y se recomienda alimentarse sanamente, sobre todo en esta época del año”.
