La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo ayer que el país debe sentirse "orgulloso" de tener una sociedad que protesta "en democracia" y "reclama más derechos", en alusión a las masivas manifestaciones registradas en las últimas tres semanas de junio. "Si comparamos esas manifestaciones con las que ocurren en otros países, veremos que son diferentes, que en Brasil se protesta en democracia" y el gobierno "escucha la voz de las calles", dijo en un acto celebrado en Salvador, capital del estado nororiental de Bahía. También afirmó que, a diferencia de las protestas que se ven en Europa en medio de la crisis financiera, en Brasil no se reclama por derechos perdidos, sino por "los que aún no fueron conquistados".