Este viernes en punto de las 12:00 horas, todos los despertadores de los teléfonos celulares de los trabajadores de 150 plantas maquiladoras serán activados en protesta masiva contra la reforma hacendaria.
La asociación de maquiladoras Index Reynosa reveló que esto es como parte de la estrategia de oposición de la industria maquiladora a la reforma fiscal propuesta por el gobierno de la República.
Por ello, unas 150 plantas se sumarán al movimiento Despertador Social promovido por el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación.
En Reynosa, las cerca de 150 empresas maquiladoras y sus más de 90 mil empleados han sido convocados a formar parte de este movimiento en el que participa también la Asociación Mexicana de Parques Industriales.
"El Despertador Social" es un movimiento dirigido principalmente a los diputados y senadores de la República, a quienes Index México, en un desplegado, les recuerda que han sido elegidos para "defender los intereses nacionales, apoyarlos y no para lo contrario".
"Quienes trabajamos en la industria maquiladora y manufacturera de exportación solicitamos y exigimos respetuosamente al Congreso de la Unión de México continuar con el régimen legal vigente para la Index hasta por 24 meses", indica el desplegado que aparecerá este viernes en diarios de circulación nacional.
Los organizadores del evento invitan además a grabar la protesta y difundirla posteriormente.
La reforma hacendaria impactaría directamente a la industria maquiladora, al gravar con 16% las importaciones temporales, por lo que el flujo de efectivo requerido se estima entre seis mil 200 y 12 mil 500 millones de dólares, además de 750 millones más de costo financiero al año.
El Impuesto Sobre la Renta (ISR) limita las deducciones hasta 41% de las remuneraciones y prestaciones pagadas a los trabajadores que son exentos de ese gravamen. El impacto en este caso sería de más de MIL 140 millones de dólares al año.
Index México ha propuesto ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) no gravar con IVA las importaciones temporales, permitir la deducción de las remuneraciones y prestaciones pagadas a los trabajadores y otras más que garantizarían la permanencia de varios miles de empresas de exportación en el país.