Daños materiales aún no cuantificados dejó el incendio que esta tarde se registró en la bodega del establecimiento denominado “Meynardo”, que se ubica en la zona centro de esta ciudad.
El siniestro no dejó personas lesionadas, sólo bomberos fatigados y a punto de la intoxicación, que fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja.
La bodega almacenaba productos plásticos y de unicel, y las llamas alcanzaron a afectar en su totalidad a una vivienda vecina y parcialmente a otra.
De acuerdo con los primeros reportes, el siniestro habría sido ocasionado por la explosión de un cilindro de gas doméstico, aproximadamente a las 13:40 horas, lo que provocó alarma entre el vecindario y una movilización de integrantes del Sistema Estatal de Protección Civil.
Debido a que en el lugar se almacenaba mercancía altamente inflamable, las llamas se propagaron y crecieron de inmediato, alcanzando al menos 10 metros de altura, pues superaban la azotea de la segunda planta de viviendas contiguas.
En el operativo, encabezado por el director estatal de Protección Civil, Melchor Ursúa Quiroz, participaron cerca de 40 elementos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, con el apoyo de siete motobombas y camiones cisternas, así como de la Policía Estatal y de Tránsito y Vialidad municipal.
Ursúa Quiroz precisó que al menos 15 bomberos tuvieron que ser atendidos por sus compañeros o elementos de la Cruz Roja, debido al cansancio o fatiga en sus esfuerzos por apagar el incendio, y dos de ellos incluso estuvieron a punto de la intoxicación, por lo que recibieron los primeros auxilios.
Fueron necesarias cerca de dos horas para controlar el siniestro, que obligó a desalojar las viviendas vecinas, de donde también fueron sustraídos los tanques de gas, a fin de evitar mayores riesgos.
El incendio no provocó personas lesionadas, sólo daños materiales, los cuales serán cuantificados en las próximas horas, así como las causas que podrían haber propiciado el fuego.
Mientras tanto, los bomberos continúan con su labor, a fin de extinguir por completo las llamas y asegurar que éstas no resurjan, debido a los materiales que se guardaban en la bodega.
