Escribir es una práctica tan necesaria como inusual, más aún en un contexto donde la lectura ha sido relegada a un plano secundario, es relevante esa disertación porque con esta nota conmemoro a ésta, la incipiente vigésima columna de la que tengo autoría, aprovechando para tocar un tema obvio, pero a su vez diversamente tratado.
Frente a casos que los anaqueles históricos nos han brindado de aberraciones políticas, qué es lo que sucede en el psique del actor político que le induce a perpetrar una serie de actos que pareciera repudian todo esquema moral concebido, para indagar en lo que ocurre a nivel interno de los que detentan el poder, ¿existirá una categoría dentro de la estructura de personalidad o multiplicidad de diagnósticos?, lo que es seguro es que basándose exclusivamente en hechos de índole pública pueden darse interesantes conclusiones para cada caso, habríamos que consultar a los estudiosos del psique humano y lo que el perfil de personalidad reverencia para saberlo, uno de los ejemplos más claros y a su vez no tan conocido como el del "Fuhrer" (Adolf Hitler), es el Papa Doc, seudónimo para referirse a Francois Duvalier, presidente dictatorial de Haití en los cincuenta y sesenta. Habría que analizar en este punto, qué motiva a un gobernante a proclamarse presidente vitalicio, Papa Doc de los ritos Vudú y deidad imperecedera en un contexto sociopolítico como el haitiano en plena guerra fría, todo esto después de haber sido un simple medico con aspiraciones políticas durante toda su vida.
Dentro de las psicopatologías más conocidas y estudiadas del psicoanálisis derivado de las estructuras psíquicas, encontramos la neurosis (algo muy frecuente pues consiste en reprimir los impulsos y deseos más primitivos), perversión o psicosis, sin lugar a dudas Duvalier, aún mantenía contacto psíquico con la realidad, pero de forma alterada, por lo que era clara su sociopatía en la que no consideraba en ningún sentido al resto de la sociedad y conexión con el ente colectivo, la pregunta interesante de este análisis se encuentra en que estos trastornos del psique, nacen con el poder o del trastorno crea el poder, la respuesta está en cada caso en concreto, al menos en el caso del dictador haitiano estamos en el primer supuesto.
Un caso opuesto, lo encontramos en una figura icónica en el historial político mexicano, el hijo menor de don Carlos Salinas Lozano, es decir el expresidente priista, en este caso, tenemos que los trastornos se dieron de forma natural desde su infancia y simplemente se trasladaron a proporciones trascendentales en el ámbito político. Para esclarecer más abundantemente las causas, la perversión es una predisposición natural en la correlación ello con yo consciente, en diferentes grados sin llegar a la psicopatía, Carlos vivió en un seno donde el poder político y de facto eran comunes así como un contexto sociopolítico próspero para no sólo tolerar sus desviaciones sino desarrollarlas; el caso conocido mas no probado, en el que junto a su hermano Raúl, asesinaron a una trabajadora doméstica, habla de un sociópata no reprimida desde una corta edad, lo cual simplemente se dimensionó a gobernar un país, lo que nos llevó a una clara propensión a obrar sin conciencia social, con brillantez intelectual, misma que desde temprana edad mostró, al obtener un grado en Harvard con honores, pero con rasgos perversos como megalomanía, sociópatía y diversas pulsiones egocéntricas, tesis que se respalda en el psicoanálisis de Jacques Lacan, pues la perversión como parte estructural de la mente, se forma en la infancia, a diferencia de lo que ya se expuso sobre Duvalier, quien desarrolló desde la edad primaria represiones a posteriori a pulsiones perversas y ajustes neuróticos, mismos que simplemente se desataron con la obtención del poder y la forma de exteriorizarlo abiertamente, algo muy semejante a los césares en Roma, particularmente a las aberraciones de Calígula.
Desde un punto de vista internacionalista, sin duda el gobernante más polémico y trascendental en este plano (mutación de las relaciones públicas internacionales), es George Bush, en sus ocho años de administración. Vemos en este personaje rasgos perversos moderadas y simple neurosis, pues es en mayor medida el resultado de la ambición y el sistema norteamericano que le formó, no en cuanto a caracteres subjetivos sino externos, su carrera petrolera y militar en la adolescencia, así como el respaldo político de su padre, todo esto acompañado de intelecto pragmático, le llevaron a concretar en su época lo que era necesario globalmente, reivindicar tras la guerra fría la posición unipolarizada de Estados Unidos en el contexto global, de la mano de disputas bélicas y obtención de influencia económica. Son múltiples las aristas que el ámbito psicológico traslada al analizar a los sujetos que detentan el poder y sólo muestra un parámetro de medición reservado.
Finalmente lo relevante es entender que para conocer y criticar con mayor claridad un tópico, para así estar en aptitud de discernir sobre las implicaciones así como su vía resolutiva, es analizarlo desde distintos enfoques y perspectivas, como ahora se hace en la política desde el ámbito psicológico y como podía realizarse de forma ecléctica en cada categoría universal.
@alanbarrasa
Alan David Barraza
