Columna de Seminario
Pasatiempo favorito del mexicano
Me ha llamado la atención que nuestra sociedad mexicana dedica bastante tiempo a ver televisión. Según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) un mexicano promedio dedica un 48% de su tiempo libre a este medio. Ahora bien si revisamos los contenidos en cuanto a programas se refiere deja mucho que desear. Por otro lado datos de CONACULTA en su Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales señala que: "El mexicano lee poco, no va a museos y ve mucha televisión".
Existen en la actualidad cadenas televisivas con contenidos similares y propuestas banales. Basta ver programas de carácter sensacionalista como los famosísimos top shows, telenovelas que denigran a la sociedad, noticieros paupérrimos y los programas de chismes que están a la orden del día. Así mismo cabe destacar que a lo que a cultura se refiere los espacios son casi nulos, además de que la teleaudiencia ni siquiera los toma en cuenta. Qué le podemos hacer si a eso le sumamos que la mayoría de los mexicanos sólo tiene acceso a la televisión abierta.
Para colmo existe mucho interés de parte de la sociedad mexicana en líderes de opinión de poca ética que en lugar de incentivar los valores los truncan. Cómo es posible que una familia mexicana se preste para ser exhibida a nivel nacional y a cambio se les ofrezca una solución fácil y de poco compromiso, ni modo que la entrevista con el psicólogo (Profesión que a mi parecer la están denigrando) o la máquina de coser sea la solución. Es más provechoso y satisfactorio resolver los problemas personales por uno mismo en vez de dejárselos a las señoras de los top shows.
Ahora bien otro suceso que me faltó mencionar y que en gran medida le debemos en nuestra querida televisión mexicana es el futbol. Quién no ha vibrado con la transmisión de los encuentros de la selección nacional o el equipo de nuestra preferencia. Considero que es mejor practicar algún deporte que festejarle los goles del chicharito, de igual manera sería adecuado escuchar buena música o algún programa cultural que estar pendiente semana a semana cuál será el alumno que abandonará la academia. Para qué malgastar tiempo en querer alcanzar sueños que sólo logran algunos pocos. O no. ¡María Mercedes!
Ya para terminar, te invito a reflexionar y a concientizarnos ¿Qué tanta televisión vemos al día? ¿Qué tan interesante es el contenido del programa? ¿Vale la pena dedicarle tanto tiempo? En fin, ¿qué futuro le espera a nuestra sociedad con esto?