Actitud desconcertante
En la vida del ser humano hay momentos significativos, por ejemplo las fiestas patrias, los cumpleaños y acontecimientos religiosos. Una expresión de fe que está en puerta es la Semana Santa, hay cuarenta días que le anteceden a dicha celebración. Durante este tiempo hay personas que se preparan para vivir la Semana Mayor. En el transcurso de la misma, la Iglesia Católica exhorta a un cambio en el modo de pensar, vivir, y actuar.
Uno de los días importantes dentro de esta semana es el jueves, en el que se celebra la cena del Señor, meditemos en torno a este día importante para la Iglesia y su repercusión en la conciencia social de los seguidores del nazareno. En este día se lee el Evangelio que todos conocemos como el lavatorio de los pies, en él descubrimos que hay en la persona de Jesús actitudes que han revolucionado la historia de la humanidad: "amar hasta el extremo".
El evangelio narra que "Jesús se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina, se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido". ¿Qué Maestro se pone a servir a sus discípulos?, esto fue algo desconcertante hace dos mil años, pero hoy tampoco entra en nuestros esquemas.
Durante la liturgia de este día se nos propone que al llevar las ofrendas, se presenten también dones destinados a cubrir las necesidades de los pobres. Lo que expresamos en el ofertorio es una manifestación litúrgica de lo que la Iglesia debe hacer siempre, siguiendo el ejemplo del Maestro que se abaja para llegar a los pies de sus discípulos, pidiéndonos que hagamos lo mismo por los hermanos, especialmente por los más necesitados.
La motivación a la caridad a la que invita Jesús no es un simple altruismo o humanismo, la Iglesia de esa manera correría el riesgo de convertirse en una ONG como lo ha mencionado el Papa Francisco en uno de sus mensajes. La motivación es precisamente el amor hasta el extremo expresado en los gestos del Maestro.
¿Soy capaz de desprenderme de mi posición cómoda y ponerme al servicio de los demás?; ¿Hasta qué punto soy capaz de dar?; ¿Existe algún interés en mi actitud de servicio?; ¿Cómo compaginar mis intereses con los de Cristo?; ¿He amado hasta el extremo?