La Realidad
La realidad en la cual nos encontramos inmersos en la actualidad es la de violencia, pobreza, discriminación, falta de valores, ignorancia, etc. Hoy en día vivimos en una sociedad donde el consumismo, individualismo y el satisfacer placeres individuales son los que gobiernan y motivan a la sociedad. Se han acabado aquellos tiempos en los que todos los ciudadanos buscaban el bien común y luchaban por ideales que buscaban el beneficio de todos. La falta de valores en la juventud es una agravante a la cual hay que ponerle atención no hay que olvidar que los jóvenes son el futuro del mañana. La sociedad clama y grita con voz fuerte paz, y un alto a la violencia, el gobierno responde a esos clamores en proporciones mínimas, la iglesia no habla y en ocasiones se enmudece al hablar de temas como violencia entre otros. La discriminación hacia las personas con alguna discapacidad, o de color y nacionalidad distinta, preferencias sexuales, ideologías políticas y sociales, posturas religiosa por mencionar algunas es muy evidente. Se nos ha olvidado que antes de compartir las mismas ideas o simpatizar, somos todos seres humanos y por naturaleza somos llamados al respeto mutuo. La ignorancia respecto a la educación es una de las más importantes otra es la falta de conocimiento con relación a sus derechos y obligaciones como ciudadano, la falta de información sobre temas de gran relevancia como drogadicción, alcoholismo enfermedades de transmisión sexual y métodos anticonceptivos son de las más comunes.
La pobreza es un problema que día a día va en aumento y no hay una respuesta por parte de la sociedad y de las autoridades correspondientes la falta de empleo es un factor importante podríamos decir que es el mas relevante junto con la falta de oportunidades. Los índices de pobreza aumentan, al igual que las fortunas de algunos cuantos y nadie dice nada. La realidad es que en nuestro país se encuentran personas que ocupan los primeros lugares económicamente hablando, pero también existen personas que ocupan esas posiciones hablando de pobreza.
Amigo lector te invito a observar y palpar la realidad de manera personal, pero también a realizar un cambio, sin olvidar que el cambio verdadero lo haces tú. Basta de convocar a la sociedad al cambio, mediante campañas, palabras, conferencias, etc. Realicemos un cambio de acciones y de hechos concretos, en donde la sociedad observe y tenga la iniciativa y la convicción al cambio personal e individual. No intentemos cambiar grupos de gente empecemos por nosotros mismos y por consiguiente en nuestra familia, hasta realizar una cadena que empezó en una persona y terminó impactando en toda una sociedad. "Sé siempre una versión de primera clase de ti mismo y no una de segunda clase de otra persona".