El equipo Atlante logró un agónico gol en el último minuto, por conducto de Héctor Morales, para vencer 1-0 a Pumas de la UNAM. Pumas sin garra, caen ante Atlante y ya son sotaneros
El abismo tiene dueño: los Pumas. Universidad sotanero, el último lugar del torneo y se mantiene sin ganar. Los colores auriazules lucen tristes, pálidos y avergonzados por el actual plantel que apenas suma cinco puntos.
Hasta el Atlante con 10 hombres le ganó a los felinos, que nunca ofrecieron resistencia y apelaron a su portero, Alejandro Palacios, para no recibir una goleada.
Un bombazo agónico, un arcoiris azulgrana de Héctor Morales para que los Potros de Hierro cabalgaran hacia su primera victoria del certamen, que le sirve para seguir con su lucha por el no descenso.
Sí, Pumas es el lugar 18 de la tabla. Lo es gracias a su ausencia de gol, de espíritu y fiereza a la hora de defender. Ni rastro queda de la grandeza que presume.
Se fueron directivos, técnicos y los jugadores auriazules no responden en el terreno de juego. Su espíritu ni siquiera está cerca de un funcionamiento que le permita acercarse a sumar de tres puntos y ya tampoco le alcanzó para igualar con el peor equipo de la porcentual.
Fue un tormento para el aficionado universitario. Pumas no le hace daño a nadie. El Atlante abusó de esa circunstancia. Con José Luis Trejo como técnico, el equipo del Pedregal no ha anotado.
Y sin goles, no hay triunfos. Mucho ímpetu felino que se apaga con la carencia de talento puma. Luis García Sanz no es el crack que alguna vez brilló en el Liverpool inglés y Javier Cortés dejó de ser aquel chico sensación que fue capaz de darle al conjunto del Pedregal un título.
Martín Romagnoli corre hasta donde su veteranía le alcanza. Nadie lo acompaña en la recuperación.
A Darío Verón la edad le pasa factura y no alcanza a cubrir las pifias de sus compañeros a la defensiva. Subsanar las fallas de Marco Palacios y de Efraín Velarde es una empresa muy complicada para los 34 años del paraguayo.
Pumas simplemente no puede levantar cabeza. Fracasó en su intento por ganarle a los Potros, que estuvieron en desventaja numérica por la expulsión de Mauricio Romero al minuto 59'. Por el contrario, los equinos fueron más peligrosos.
El único que puede decir que tiene algo por rescatar en este certamen por el bando capitalino es el "Pikolín" portero. Sacó disparos complicados y angulados del ataque atlantista. Hasta tres tantos cantados logró evitar el guardameta.