¿Qué hidrata mejor que el agua?
Un 28 de febrero de 1914, un fuerte huracán arrasó con las pocas construcciones hechas manualmente por los habitantes de la isla de Clipperton, mejor conocida como La Isla de la Pasión. En dicha isla, alejada del mundo, no había agua dulce y la vegetación era escasa.
Muchas personas la conocimos gracias a la hermosa novela de la colombiana Laura Restrepo, basada en una historia y hechos reales. Durante nueve años, un grupo de náufragos, olvidados por el mundo, estuvo sometido a las más duras pruebas de supervivencia.
Al leer la novela, se me quedó grabado que después del huracán del año catorce, pasaron dos años en los que mujeres y niños lograron sobrevivir gracias a las palmeras cocoteras, hasta que fueron rescatados por el cañonero USS Yorktown en 1916. Si bien te recomiendo la novela, el tema que me ocupa hoy es otro.
El agua de coco no tiene una industria millonaria que le haga publicidad a la infinidad de beneficios que tiene -y que muchos desconocen-. Pero es por mucho más saludable que cualquier producto embotellado, y esto es lo que quiero compartir hoy.
LOS BENEFICIOS DEL AGUA DE COCO
¿Sabías, por ejemplo, que el agua de coco hidrata mejor que el agua? Sí, la naturaleza ha creado en las palmas de coco, la fábrica ideal de un líquido con muchas propiedades nutritivas y medicinales.
El agua de coco es una de las bebidas más refrescantes, consumida en el mundo entero por sus grandes beneficios para la salud. Contiene vitaminas, minerales, electrolitos, enzimas bioactivas, aminoácidos y fitonutrientes que ayudan en la digestión, rehidratación y metabolismo del organismo (según la USDA, National Nutrient Database).
El agua de un coco joven (entre 200 y mil ml) es una excelente fuente de potasio (tiene más que el de dos plátanos), elemento importante para regular el ritmo cardíaco y la contracción muscular, junto con el sodio, trabaja para controlar el nivel de hidratación en el organismo, además de mantener estable la presión arterial. El potasio también es el mejor regulador electrolítico para el cuerpo y provoca una mejor eliminación de toxinas por vías naturales.
El agua de coco no contiene grasa, como algunas personas creen, y tiene menos calorías que una manzana. Ni hablar de compararla con los refrescos comerciales y sus doce cucharadas de azúcar, que tantos daños han causado a la población.
Me da gusto ver que en los mercados y en las tiendas de autoservicio ya podemos encontrar este preciado líquido. Asimismo, el agua de coco contiene una gran cantidad de sales minerales como cobre, hierro, magnesio, calcio, zinc, ácido fólico y fósforo.
Investigaciones sugieren que contiene también citoquininas, que funcionan como agentes antiedad, anticarcinógenos y antitrombóticos.
Un estudio publicado en el Journal of the International Society of Sports Nutrition, confirma que la rehidratación con agua de coco después de hacer ejercicio es la misma que la de las bebidas deportivas. La ventaja que tiene con respecto al agua simple, es que el agua de coco provoca una menor eliminación de nutrientes y aumenta el porcentaje de conservación de líquido en el cuerpo.
Mantenerse bien hidratado es un principio básico para todo deportista; sin embargo, para los de alto rendimiento y con mucha sudoración, quizá el agua de coco no sea ideal, por su bajo contenido en sales y carbohidratos. En esos casos, se requieren suplementos adicionales que aporten más electrolitos y carbohidratos.
De no haber sido por la generosidad de este producto, los habitantes de Clipperton, hubieran fallecido. Te invito a consumirla.
Twitter: gaby_vargas