Que no llegue el invierno a tu cuerpo
Estamos a poco tiempo de entrar de lleno a una de las temporadas del año en las que debemos extremar cuidados en relación a nuestra salud.
Al sentir los cambios de temperatura nos preparamos con ropa adecuada y vacunamos para evitar en lo posible enfermedades virales, pero también es sumamente importante cuidar esas partes de nuestro cuerpo que se encuentran expuestas a los cambios bruscos en el termómetro.
La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo donde se refleja nuestro estado de salud, en ella se pueden ver algunas deficiencias en nuestro organismo si no es que la mayoría; por lo general en esta época, la mayor parte de ella se encuentra cubierta, pero las manos, el rostro y el cabello sufren por esos cambios a los cuales nos exponemos.
Al estar en casa o en la oficina nos encontramos a una temperatura agradable, pero al salir vienen esos golpes que afectan a las áreas que no se encuentran totalmente protegidas.
El estrés, la contaminación y los hábitos alimenticios llegan a influir de sobremanera en el aspecto de éstas y por supuesto el frío, nuestro rostro y manos lucen pálidas, hay zonas enrojecidas, ojeras, piel descamada y agrietada, labios resecos y cortados, cabello seco y sin vida.
La belleza viene de adentro. A continuación, algunos útiles consejos para disfrutar del invierno sin resentirlo:
Duerme
Descansar lo suficiente, no más de 8 horas ni menos de 5 seguidas, cada quien sabe cuanto descanso necesita de acuerdo a sus actividades. No hay esperanza de verse bien sin una buena recarga de energía.
Hidrata
Con la excusa de que hace frío, nos olvidamos de beber las cantidades de agua adecuadas para el sano funcionamiento de nuestro organismo. La deshidratación aumenta la sensación de fatiga y deja huellas en la cara y cabello. Por la mañana, toma uno o más vasos de agua, tengas o no sed, puede ser al tiempo o incluso tibia con zumo limón lo cual ayuda a desintoxicar. Otra buena opción es beber té verde u otro, e infusiones de hierbas. El agua mineral es buenísima.
Regenera
Para que luzcas un bonito color de piel, unos labios hidratados y un cabello radiante, necesitas oxigenarte. Reactiva las células de la epidermis con una exfoliación suave, cuando hibernamos necesitamos una mascarilla rica en nutrientes que le regrese el color a la piel color ceniza y apagada. Las mejillas recuperan su color natural rosado y las pieles secas y opacas, su luminosidad.
Protege
Del frío nos protegemos con bufandas, gorros y guantes, lo cual está muy bien, pero no debemos olvidar que la piel necesita protección. Para contrarrestar y luchar contra los ataques atmosféricos, hay que utilizar una crema generosa, adecuada a tu tipo de piel con aceites vegetales, los cuales tienen propiedades calmantes y nutritivas, así como un buen bloqueador solar. Para el cabello, es recomendable aplicar algún suero hidratante.
Los labios
Para unos labios sanos, ¡nada mejor que besar! Besar es bueno para la salud, aun así en invierno, los labios, por su piel más delgada, frágil y permeable, son los primeros en dañarse con el frío y la humedad. Evita que se agrieten y no luzcan “antojables” utilizando un bálsamo hidratante que a su vez ayudará contra el envejecimiento.
Cabello
Para lucir una melena de diez, hay que intentar disminuir el uso de secadores, tenazas y plancha de pelo, lo cual maltrata en gran medida nuestro cabello. Al someterlo a extremas temperaturas, hacemos que se quiebre y luzca opaco y maltratado. Intenta en medida de lo posible utilizar el cabello al natural con algún producto libre de alcohol o llévalo recogido.
Tomando en cuenta lo anterior, disfrutaremos de la temporada invernal y ¡felices fiestas!