¿Qué tanto sabes sobre los orgasmos?
Un placer fulminante que recorre cada milímetro del cuerpo. La piel se eriza, los músculos son víctimas del placer. Segundos que recuerdan la mejor parte de estar vivos. Su nombre: orgasmo.
Este fenómeno placentero no es conocido en su totalidad. El cuerpo humano es un misterio, lo conforman infinidad de terminaciones nerviosas de principio a fin, las mismas culpables de la alucinante felicidad. ¿Qué significa? Que un orgasmo puede surgir de varias partes del cuerpo, tanto del hombre como de la mujer, en diferentes intensidades. El gran reto es conocerlas todas.
¿QUÉ ES UN ORGASMO?
Es el placer sexual que llega después de una intensa excitación donde los músculos del área estimulada se contraen, y culmina con un período de relajación y somnolencia. Los orgasmos se clasifican en sexuales y no sexuales. Los primeros, como su nombre lo indica, surgen a raíz de un encuentro físico con otra persona, mientras que los segundos pueden aparecer en cualquier momento, durante un vuelo o incluso al hacer ejercicio, causados por el incremento del flujo sanguíneo hacia los genitales, seguido de una vibración o contacto con ellos.
No hay que olvidar que cada cuerpo es diferente, al igual que las formas de practicar sexo, por lo que el orgasmo es diferente en cada pareja. “De cierta manera el orgasmo tiene diferentes contextos y acepciones: clínico, sociológico, cultural y antropológico”, explica la doctora Aleida Sánchez, quien actualmente estudia una maestría en sexualidad clínica.
EL PLACER FEMENINO
El clítoris, vagina, perineo y útero se contraen, los pezones se endurecen, la frecuencia cardíaca se incrementa considerablemente, al igual que las palpitaciones, y la transpiración, eso es un orgasmo. Por lo general, aparece al estimular zonas sexuales con caricias previas, masturbación o penetración. Aunque para los hombres es más fácil alcanzar el clímax que para las mujeres, el cuerpo femenino se traduce en un mapa infinito de rutas orgásmicas que toda mujer debe conocer, tomando en cuenta que cada sensación intensa dura un máximo de doce segundos. Estos son los tipos de orgasmos femeninos:
Senos: están rodeados de infinidad de terminaciones nerviosas que las convierten en áreas sensibles al tacto y una fuente ilimitada de placer. Se pueden estimular con los dedos y la boca, pero todo depende del gusto de la pareja.
Clítoris: su función es proporcionar placer, gracias a sus ocho mil terminaciones que lo convierten en uno de los principales puntos eróticos de la mujer. Muchos creen que basta con la penetración vaginal para llegar al orgasmo, pero no es suficiente; siete de cada diez mujeres necesitan estimular el área de forma oral o por medio del tacto para alcanzar el clímax sexual.
Punto G: para muchos se trata del orgasmo máximo que una mujer pueda experimentar. Se encuentra dentro de la vagina, encima del hueso púbico y se puede estimular a través de la penetración o tacto. Al igual que el clítoris, su función es brindar placer y se caracteriza por un orgasmo acompañado de una eyaculación femenina.
Punto U: es la uretra que se localiza cerca del clítoris y puede estimularse a partir del tacto o sexo oral. Es un punto poco conocido, pero su intensidad puede compararse con la del Punto G.
Vaginal: solo el 25 por ciento de las mujeres lo alcanza. Va acompañado de cinco a doce contracciones o espasmos musculares involuntarios en la vagina, con intervalos muy cortos entre cada uno.
Anal: cada día más mujeres se atreven a experimentarlo. Mientras haya una estimulación previa y se utilice lubricante, es posible lograr el orgasmo anal, caso contrario a lo que anteriormente se creía.
Mental: está científicamente comprobado que una fantasía sexual conlleva el incremento de la presión sanguínea, la aceleración del corazón y la dilatación de las pupilas.
Beso: la idea puede llegar a ser descabellada, pero algunas investigaciones afirman que es posible conseguir un orgasmo después de una larga sesión de besos o mediante la estimulación oral.
EL PLACER MASCULINO
Después de una estimulación sexual intensa, que en la mayoría de los casos termina con la expulsión de semen, la tensión acumulada durante la excitación viaja por las terminaciones nerviosas y provocan contracciones en la próstata, canales que transportan el esperma, músculos de cadera, muslos y la base del pene. La respiración y el ritmo cardiaco aumentan, además de que se liberan hormonas que están relacionadas con el buen humor.
Cabe destacar que se puede tener orgasmo sin eyaculación, o eyacular sin que haya orgasmo. Quienes consiguen inhibir la emisión de semen por más tiempo, pueden alcanzar varios clímax consecutivos sin perder la erección, lo cual es conocido como «orgasmo seco» o «coito reservado», y se consigue a través de ciertas técnicas como la respiración, que permite obtener un mayor control y placer.
“El orgasmo masculino se consigue a través de la estimulación del glande o cabeza del pene, donde hay terminaciones nerviosas que lo hacen sensible al roce. Otra de las zonas erógenas de los hombres es el punto P o próstata”, señala la doctora Sánchez. Los orgasmos masculinos se catalogan en:
Punto P: es similar al punto G de las mujeres, pero se ubica en la próstata, una glándula localizada debajo de la vejiga. Estimular la zona propicia una excitación y placer mayores en el varón. Se trata del área perineal que abarca desde la terminación de las bolsas escrotales hasta la región anal.
Punto C: otra zona de gran excitación en la anatomía masculina es el borde exterior de la oreja, pues alberga una gran cantidad de nervios que se pueden acariciar con los labios.
Punto 8: está en la base del pene donde se unen los testículos, es un punto muy sensible, ya que está recubierto por un tejido igual de sensible y eréctil que el del pene.
Punto W: se ubica en los laterales del pecho. Basta con acariciar el borde pectoral con las manos y desplazarlas hacia el centro, arriba y a la inversa.
Punto F: es el frenillo, una línea fina y extremadamente sensible que se ubica en uno de los lados del pene, debajo del glande.
Punto R: una correcta estimulación de los testículos lo hará llegar al placer antes de propiciar algún roce. Se trata de la línea que recorre el centro del escroto hacia abajo.
Punto O: es la protuberancia de la base de la columna vertebral, que conecta varias terminaciones nerviosas con los genitales.
“Cualquier parte del cuerpo puede resultar erógena si se estimula adecuadamente; además, es importante dejarse llevar para descubrir qué zonas estimulan más a cada persona”, indica la doctora.
¿ES POSIBLE TENER MÁS DE UN ORGASMO?
Por supuesto que sí, pero todo depende del grado de excitación e incluso de la edad de las personas. En el caso de los hombres, muchos pueden ampliar su ciclo sexual y gozar de varios orgasmos antes de alcanzar el clímax con técnicas de relajación, mientras que las mujeres pueden aprovechar su capacidad multiorgásmica.
Un orgasmo no puede basarse en una sola definición, para lograrlo se tienen que tomar en cuenta dos puntos importantes: el autoconocimiento y la confianza en pareja. “El orgasmo no lo provoca tu pareja; es tuyo, lo consigue quien lo trabaja. Otro aspecto fundamental es la intimidad individual, que cada persona aprenda a disfrutar de las relaciones sexuales. Asimismo, se debe considerar la intimidad que se crea con la pareja, porque para disfrutar al cien por ciento, hay que entregarse también al cien por ciento”.
Twitter: @maraguereca