Héctor Mancilla anotó el gol del triunfo para Morelia. (Foto de Jam Media)
Caminó lentamente hacia el vestuario, con la mirada clavada en el césped y la quijada apretada. Ignacio Ambriz sabe que todo está por terminar.
Sus Gallos Blancos están en agonía. Se esmeró en animarlos tras aquel zapatazo de Héctor Mancilla (77'), sólo cumplió con las formas. Tragó saliva, mientras asimilaba la realidad del grupo de guerreros que comanda.
El Querétaro ofreció pelea a los Monarcas. De nada les sirvió. El marcador electrónico del Estadio Morelos retrató la más dolorosa de las caídas (0-1) para un plantel que no claudicó, incluso después de la daga disparada por ese atacante chileno que les provocó jaqueca toda la velada.
Todo finalizará el domingo por la noche, si el Puebla no cae ante los Jaguares de Chiapas y el Atlante saca el triunfo en su visita al Guadalajara.
Resultado festejado por el San Luis y el Atlas, quienes están virtualmente salvados. Esta noche se enfrentan y el ganador asegurará su continuidad en la Primera División. Si empatan, los dos habrán logrado el objetivo.
En caso de que haya triunfador en el Alfonso Lastras, el Querétaro quedará a nueve unidades (con nueve por disputar) del que pierda. El problema para Ambriz y sus chicos es que tienen la peor diferencia de goles, acumulada durante seis torneos cortos, entre los involucrados en la lucha por no descender (-64). Tiene 31 anotaciones de déficit con el segundo peor balance (Reales).
Segunda derrota consecutiva para un equipo que se cayó en el momento más inoportuno.