Un joven no decide incursionar en el delito o el crimen organizado de la noche a la mañana, es algo que se da de manera paulatina, por lo que es necesario implementar estrategias para revertir esta situación.
Al señalar lo anterior, el director del Instituto Duranguense de la Juventud, Ricardo Morales Corral indicó que como parte de la estrategia nacional de prevención del delito, se está buscando acceder a recursos de bolsas federales para mezclarlos con los estatales y municipales con el fin de aterrizar programas que permitan generar mayores oportunidades para los jóvenes y su participación.
Por ejemplo, se está buscando construir más casas de la juventud en el estado ya que en la actualidad únicamente se cuenta con una en la capital.
En este sentido, expuso que ya se presentaron los proyectos para poder tener estas casas, conocidas también como espacios Poder Joven, en Gómez Palacio, Canatlán, Nuevo Ideal, Cuencamé, Vicente Guerrero, Simón Bolívar y San Luis del Cordero.
El objetivo es contar con un espacio para los jóvenes donde se puedan impartir talleres y pláticas, además de que se cuente con Internet gratuito y un lugar para las actividades artísticas y la lectura.
A la Casa de la Juventud que opera en la capital del estado acuden diariamente 200 personas por lo que, en conjunto, se espera atender a mil jóvenes al día en todo el estado.
REALIDAD
Y es que, en la actualidad, los jóvenes incursionan a edades más tempranas en actividades ilícitas, dejándose seducir por una falsa salida, refirió el entrevistado, al comentar que se han conocido públicamente casos a nivel nacional de menores desde los 14 años en el crimen organizado.
En este sentido, comentó que algunas de las razones por las que, con mayor frecuencia, los jóvenes incursionan en estas actividades son: estar en una familia disfuncional en la que no se practican los valores, padres que no están en comunicación con sus hijos y la deserción escolar, ya que no contar con una actividad productiva los deja en una posición vulnerable.