La ansiedad del PRD, de unirse al PAN para derrotar al PRI se transformó en amarga derrota para el partido amarillo: De 110 municipios que gobernaba se quedó con 38 y fue ignorado en la propuesta energética del panista Gustavo Madero.
Los Chuchos, Ortega y Zambrano, debieron asimilar la lección de que la ultraderecha jamás comulgará con presuntos luchadores sociales. Ni los de izquierda gustan comer en el mismo plato con ellos.
Los resultados son elocuentes. Jesús Ortega y su "tribu" Nueva Izquierda se aferraron a la idea de formalizar alianzas con el PAN para evitar el regreso del PRI al poder. Empezaron por pactar candidaturas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Entes recién llegados al PRD como Manuel Camacho Solís festejaron esos "triunfos" y ya se veían en Los Pinos. La decepción ocurrió al poco tiempo: Ni un lazo echan al PRD en Sinaloa y en Puebla. Si acaso lo consiente el gobernador Gabino Cué, en Oaxaca, abrumado por la CNTE extorsionadora.
El PRD se empezó a desbaratar. Andrés Manuel López Obrador y sus incondicionales se fueron a construir su Morena, de gris futuro. El exjefe de Gobierno Marcelo Ebrard pretende encaramarse en ese partido, pero Jesús Zambrano lo ha tachado de borracho.
Zambrano, terco como es, siguió los consejos de su amigo Jesús Ortega, de pactar con el panismo y lo hicieron en las pasadas elecciones. En abierta actitud servil, el líder perredista apoyó al panismo en Baja California, como si la vida le fuera en juego, y Gustavo Madero lo ignoró al final de la contienda.
Maldijo e insultó Zambrano al partido tricolor hasta enronquecer, pero a él no le ayudaron los azules a mantener el municipio de Cancún, una joya perdida por el perredismo.
Lo sorprendente sucedió el jueves pasado, cuando Gustavo Madero presentó su reforma energética, a fin de permitir a empresas privadas la exploración, explotación y refinación de hidrocarburos y petroquímicos. Algo parecido planteará el PRI en su iniciativa.
Madero ignoró a Zambrano en la propuesta petrolera y el perredista, convertido en piltrafa política, dijo que PRI y PAN se equivocan si creen que pueden sacar ese proyecto, sin su apoyo. Y recurrió a su amenaza de dar fin a su participación en el Pacto por México.
Zambrano no asusta a nadie. Olvida que, a instancias del tecnócrata Ernesto Zedillo, PAN y PRI se unieron para aprobar el nefasto Fobaproa. Emberrinchado, el perredista afirma que sin él no habría ganado Acción Nacional en Baja California, y va a replantear su relación con los azules.
A punto de las lágrimas por esa "chamaqueada", Zambrano hubo de enfrentar a una élite de furiosos perredistas que lo increpan por sus alianzas con el PAN y su incursión en el Pacto. Marcelo Ebrard insiste en liderar al PRD y ya inventó un "Movimiento Progresista".
Marcelo aprovecha el derrumbe de Zambrano para armar su candidatura presidencial de 2018, como lo hacen López Obrador y el panista poblano Rafael Moreno Valle, quien gasta sumas de escándalo, para su proyecto futurista. Ya hay madrugadores para dar y prestar.
Gustavo Madero dijo que su propuesta de enfrentar a empresas particulares con Pemex no privatiza al petróleo. Así se afianza en el Pacto, sin importarle cuanto diga Zambrano. La política en el basurero.
Empresa subsidiaria de la Bolsa Mexicana de Valores, renunciaron por no recibir los pagos completos de sus corretajes, lo cual causó desconcierto entre los inversionistas, así como la pérdida de 2% en el IPC. Los expertos financieros significan 80% de SIF ICAP, y no 25%, como lo dio a conocer en un boletín confuso, de fecha 16 de este mes, el presidente de la BMV. Luis Téllez.
No llega a 100 el número de capacitados para realizar actividades de corretaje y Téllez no explicó la salida de los brokers. La actividad bursátil está bajo sospecha y los malos manejos provocan pérdidas sustanciales a quienes se aventuran en la compra de acciones.
www.felixfuentes.com.mx