El delantero de Chivas, Rafael Márquez Lugo, espera repetirle la dosis al América y anotarle en el Clásico Nacional. (Jam Media)
Pocos en el Guadalajara demuestran tanto compromiso. Rafael Márquez Lugo no se esconde en los momentos de mayor exigencia. Le gustan los clásicos. Los disfruta y aparece. Hoy, el delantero se siente ya un símbolo de Chivas. Y esa responsabilidad conlleva una obligación de la que no huye.
En los dos clásicos del Rebaño Sagrado ya sabe lo que es anotar. Frente al América y al Atlas, el torneo pasado contribuyó con goles para triunfos de su equipo. A las Águilas les marcó dos en el Estadio Azteca, aunque uno no se lo atribuyó el árbitro del encuentro. Este domingo, en el Omnilife, espera repetir la dosis.
Conoce los dos lados de la moneda, pues jugó en ambos equipos, pero en sus palabras no hay duda. El Clásico lo vive con mucha mayor intensidad vestido de rojiblanco.
"Yo, cuando estuve en América, no estaba en mi mejor momento y casi no tuve participación, es la realidad. Ahora es totalmente al revés, tengo una participación importante, me he logrado identificar muy bien con los aficionados y ellos hacia mí. La verdad que se refleja, ya me ven como un símbolo de Chivas, incluso. Dándote esos argumentos, sin duda alguna te tengo que decir que a Chivas lo disfruto, lo gozo y lo siento mucho más arraigado. Totalmente diferente a lo que allá viví".
