Los indígenas tarahumaras (rarámuris) celebran esta Semana Santa con el ánimo de recuperar sus tradiciones y elevan sus plegarias para expulsar al narcotráfico de su territorio, en la sierra del norteño estado mexicano de Chihuahua.
"Estos festejos son para decirles (a los narcotraficantes que operan en la Sierra) que no nos vamos a ir, que aquí nos vamos a quedar y que este es nuestro lugar", explicó el sacerdote Javier Ávila.
Ávila ha defendido desde hace 30 años los derechos humanos de las comunidades rarámuri desde la pequeña iglesia de la comunidad de Creel, una ciudad enclavada en la zona serrana de Chihuahua.