Casi medio centenar de cuatrimoteros y motociclistas dieron vida ayer al Paseo Torreón-La Presa, recorriendo 140 kilómetros del semi-desierto lagunero. Realizan cuatrimoteros paseo a la presa
Casi medio centenar de cuatrimoteros y motociclistas dieron vida ayer al Paseo Torreón-La Presa, internándose para ello en el semidesierto lagunero, donde por varias horas los integrantes de la caravana pudieron disfrutar de los paisajes que ofrece esta región.
Dicha actividad fue organizado por Explora Laguna, a cargo de Víctor Martínez, un gustoso de los paseos en cuatrimoto, quien busca difundir entre la comunidad lagunera la práctica de este tipo de recorridos por toda la región, a fin de dar a conocer los atractivos que ofrece a los pasantes.
La salida a los paseantes, se dio cerca de las 09:00 horas en conocida negociación situada sobre el bulevar El Tajito de esta ciudad, lugar donde los motociclistas se dieron cita desde temprana hora, realizando los últimos ajustes a sus máquinas, para luego lanzarse a la aventura.
Tras darse la orden de salida, la columna de pilotos se dirigió la validad que corre paralela al Canal del Sacramento, misma por la cual llegó hasta el bulevar Río Nazas y por éste continuaron su desplazamiento hasta los puentes que conectan con Gómez Palacio, a donde entraron por el bulevar Miguel Alemán y integrándose posteriormente a la carretera que corre por detrás de la colonia El Campestre.
El convoy de cuatrimoteros se internó posteriormente en el lecho seco del Nazas, para iniciar sí su trayecto por terrenos más complicados, tocando varios poblados y parajes de internes para los ruteros, pasando así varias horas bajo los intensos rayos del sol lagunero, sin que ello impidiera disfrutar de los paisajes propios del desierto.
Por la tarde, luego de 140 agotadores kilómetros de trayecto, los elementos motorizados arribaron a la Presa Francisco Zarco, donde fueron recibidos por la organización, que previamente había preparado una comida para los pilotos, iniciando ahí la segunda fase de este paseo, dando lugar a una gran convivencia, al montarse un campamento en el que se dieron cita las familias participantes.