Pasadas las 10 de la mañana ya se había reportado un hoyo que se abrió en el suelo debido al paso de la gente a la zona amurallada. (ARCHIVO)
A las 8:30 de la mañana se realizó la misa en el exterior del panteón de Jardines del Carmen, con cerca de 50 personas.
El sacerdote después ingresó al cementerio y bendijo las tumbas, seguido de los familiares de los difuntos que ahí descansan en paz, que encontraron una barda rodeando la zona prohibida.
Con indignación y angustia, decenas de personas observaron desde lejos las tumbas de sus finados, mientras que otras saltaron la barda y entraron a la zona prohibida, sin importar la escasa vigilancia o las medidas de seguridad.
Pasadas las 10 de la mañana ya se había reportado un hoyo que se abrió en el suelo debido al paso de la gente a la zona amurallada.