Frente a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), la familia de dos hermanos, hombre y mujer arraigados y acusado de delincuencia organizada y tráfico de personas, realizaron una protesta, al no quererles aceptar pruebas de su presunta inocencia.
Erika González Loaisa indicó que el 2 de agosto, en Nogales, Sonora, se presentó un operativo sin que mediara orden de aprehensión, y con violencia y amenazas con dañar a toda su familia, si se resistían a que fueran detenidos sus hermanos Melisa y Carlos.
En Reforma al cruce con Violeta, en la colonia Guerrero, sobre la banqueta, los familiares de ambas personas hicieron una protesta debido a que sólo con el señalamiento de dos personas, se realizaron las detenciones.
Narró que fueron dos hindús quienes señalaron que se hospedaron en el Hotel California, en dicho cruce fronterizo, y luego uno de los empleados los pasaría hacia Estados Unidos.
Melisa, dueña del hotel, fue detenida, así como su hermano Carlos, un hombre de intendencia, la recepcionista y otro individuo al que dijeron desconocer.
Los familiares dijeron que aunque tienen pruebas de que dicho extranjeros no se hospedaron en el hotel y que Carlos estuvo en otro lugar el día de los hechos, el Ministerio Público se niega a aceptar las pruebas.
Sin embargo, luego de hacer la protesta frente a la SEIDO, una comisión, en la que iba el abogado de los hoy arraigados, a quienes les recibieron sus pruebas.
Del hecho dieron conocimiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).