Marco Fabián logró el gol del empate para Chivas ante Tijuana. Rebaño rescata el empate ante Xolos
No hay falsas poses. Ni besos forzados al escudo. Marco Fabián está de rodillas sobre el césped. La posición más vulnerable, para implorar por algo sagrado a la afición: perdón. Une ambas manos, hincado para celebrar el 2-2 frente a Tijuana. Ha marcado de tiro libre. Rescata a Chivas cerca del final. Y la tribuna, al fin, le aplaude.
Una tregua que no necesita palabras. A veces, sin ellas es posible decir todo lo necesario. El 10 del Rebaño ha puesto en la cancha su futbol, esfuerzo y empeño. Como hace tiempo no se le veía. A cambio, sólo pide el perdón de la comunidad rojiblanca, molesta desde su intento de emigrar al futbol de Qatar.
En el arranque del encuentro, pasado por lluvia de inicio a fin, Guadalajara muestra algunas de esas señales de mejoría que últimamente han aparecido y que no han sido suficientes para conseguir una victoria en la Liga con Juan Carlos Ortega como técnico.
Chivas tiene posesión, encuentra capacidad de retención en la última zona con el refuerzo Aldo de Nigris y abre la cancha con mayor claridad gracias a los laterales Miguel Ponce y Jesús Sánchez quienes, en línea de cinco defensores, tienen como prioridad el ir al frente. Eso vuelve más ágil el futbol rojiblanco y le da capacidad de generación.
Dos cabezazos avisan la intención del Rebaño en los primeros minutos: el primero, de Carlos Fierro, es peinado y se va apenas por encima ('2); enseguida, el intento de Aldo de Nigris, tras ganar la posición a un zaguero, sale por un costado ('8).
La tercera es la vencida. Por la derecha, el abucheado Marco Fabián cobra un tiro de esquina. El centro es elevado y da tiempo suficiente para la reacción. Pero la marca es defectuosa. Héctor Reynoso se eleva en el corazón del área. El criticado capitán rojiblanco salta más que nadie. Gana por arriba. Conecta de cabeza. Remate colocado. Cirilo Saucedo vuela. Alcanza a rosar el esférico. No es suficiente. Gol del Guadalajara, al '13.
Al Guadalajara la Liguilla le queda ya lejos y Juan Carlos Ortega todavía no conoce la victoria en Liga