El anuncio de la aplicación de un nuevo impuesto municipal en Torreón resulta desconcertante. Por una parte, el próximo ayuntamiento pretende recaudar más dinero para 2014. Por la otra, no se tiene la certeza del destino del gasto programado por la actual administración en varios rubros.
En el proyecto de ley de ingresos que preparan los equipos del alcalde Eduardo Olmos y del presidente municipal electo Miguel Riquelme, se contempla la creación de una “Cuota para Servicios Municipales” que se cobrará a través del recibo del Impuesto Predial. Dicha “cuota” será aplicada a razón del tres por ciento sobre el gravamen de posesión de inmuebles.
Según lo informado por el próximo tesorero, Enrique Mota, una tercera parte será para el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF); otra para Protección Civil, y una más para “señalética vial”.
Además, a partir de 2014 el ayuntamiento de Torreón será el responsable de cobrar la “Cuota de Conservación para el Centro Histórico”, a razón del 10 por ciento sobre el cálculo del Predial. Antes, este impuesto era recaudado por el Gobierno de Coahuila a través de los Derechos Vehiculares, con un pago fijo de 75 pesos. Este cambio aumentaría la recaudación.
No está mal que un Gobierno intente hacerse de más dinero para mejorar la operación y cobertura de servicios. El problema es que, hasta ahora, no ha habido garantías de que el recurso se emplee para lo que se proyecta. Por ejemplo, en el Reglamento de Vialidad Municipal se contempla que parte de las multas que se aplican por infracciones de los conductores sea destinada al DIF, lo cual no ha sucedido.
La “Contribución para Apoyo a Bomberos”, que se cobra año con año en el recibo del Predial, tampoco ha sido entregada en tiempo al patronato de la corporación. Lo mismo ha ocurrido con el impuesto del Centro Histórico, con la diferencia de que es el Gobierno de Coahuila el que retiene el recurso recaudado.
Frente a esta situación, la pregunta surge por sí sola: ¿qué caso tiene cobrar más impuestos si el dinero recabado no llega a los rubros programados? Si los gobiernos, en este caso el de Torreón, pretenden contar con más dinero de los contribuyentes, deben empezar por generar la confianza en los mismos de que los recursos serán administrados de forma eficiente y transparente. Recaudar no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar el gran objetivo de todo Gobierno: mejorar la calidad de vida de la población.
