Sin apuesta. Mientras EU destina un 2.9% de su PIB a investigación en 2012, México lo bajó de 0.39% a 0.37%, el más bajo de la OCD.
Entre 2006 y 2012, México retrocedió en el gasto que dedica a investigación y desarrollo (I+D) de 0.39 por ciento del PIB a 0.37 por ciento, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De por sí, el país ya era el que menos gasto de este tipo destinaba entre miembro de esta institución y economías emergentes.
Por ejemplo, Estados Unidos dedicó en 2012 a I+D alrededor de 2.9 por ciento del PIB, un incremento sobre 2.64 por ciento que destinaba en 2006.
De manera similar, China gastó 1.97 por ciento en 2012, mientras que en 2006 sólo era 1.36 por ciento.
Otros países que incrementaron su presupuesto a investigación en este período fueron Corea del Sur, Portugal, Dinamarca y Eslovenia.
"En el momento de medir los esfuerzos de México en gasto destinado a investigación y desarrollo suele quedar por debajo de la mediana de los países OCDE, y en consecuencia queda retrasado en otros indicadores que muestran avances en innovación", señala la última edición del reporte "Panorama de Ciencia y Tecnología de la OCDE".
De acuerdo con la institución, el Gobierno mexicano ha realizado una serie de esfuerzos para incentivar la inversión en tecnología, tanto del sector público, como del privado.
"Las medidas recientes para incentivar que las compañías mexicanas gasten más en I+D e innovación no ha sido suficiente para frenar la preferencia por importar tecnologías en lugar de desarrollar una capacidad doméstica", señala el reporte.
"De hecho, aún con las reformas para remover obstáculos legales y regulatorios en la creación de empresas, en México las compañías enfocadas a creatividad e innovación se desarrollan a un paso muy lento", enfatiza el documento.
La consecuencia de una pobre inversión en investigación es que México tiene, entre los países OCDE uno de los resultados en ciencia y tecnología más pobres, si se mide este resultado en publicaciones científicas y registro de patentes por PIB.
Una barrera adicional que la OCDE identifica como obstáculo para la mejora de desarrollo científico del país, es el sistema educativo y la formación de personal capacitado.
"Una oferta débil de capital humano con formación científica y tecnológica es un cuello de botella severo en el sistema de innovación mexicano. Es necesario que las reformas educativas mejoren la capacidad de la educación para orientar a más estudiantes hacia estas áreas", señala el documento.
