A tres días de una avalancha de tierra que sepultó a 83 mineros en la región autónoma del Tíbet, suroeste de China, los socorristas han recuperado 36 cadáveres, pero aún quedan 47 desaparecidos, según un balance difundido hoy por la prensa.
Más de tres mil 500 personas, entre policiales, bomberos y personal sanitario, participan en las operaciones de socorro en la zona, donde el rescate se ve dificultado por la elevada altitud, cuatro mil 600 metros sobre el nivel del mar.
Pese a las dificultadas y los riesgos de nuevos deslizamientos de tierra, los rescatistas trabajan por encontrar los cuerpos de los mineros atrapados debajo de unos dos millones de metros cúbicos de barro, rocas y escombros.
El deslizamiento de tierra se produjo la mañana del viernes pasado en una mina en la comarca de Maizhokunggar, a 68 kilómetros al este de Lhasa, la capital regional del Tíbet, cuando 83 trabajadores se encontraban trabajando en su interior.
La mayoría de los mineros eran inmigrantes llegados de las provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan, según la agencia china de noticias Xinhua.
El presidente chino Xi Jinping y el primer ministro, Li Keqiang, han pedido a las autoridades locales no escatimar esfuerzos en las operaciones de rescate.
La mina, desde donde se extrae cobre y otros metales, es operada por una filial del Grupo Corporativo China National Gold.