Bárbara, Barbie, como todos la llamaban, tenía 16 años cuando fue secuestrada en agosto de 2011. Un año y ocho meses Lulú y Alejandro buscaron a su hija, ahora están por recibir su cuerpo.
Barbie fue encontrada muerta a un par de kilómetros de su casa, su cuerpo fue llevado al Servicio Médico Forense del Centro de Justicia de Cuautitlán desde el 1 de octubre del mismo año, sin embargo, personal del lugar no reportó el hallazgo de la "desconocida", pese a que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) y a que la Subsecretaría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada difundieron las características de la joven a todas las autoridades del país, lamentó Alejandro Reyes Aceves, padre de la víctima.
Durante 18 meses él y Lulú recorrieron agencias del Ministerio Público, hospitales y antros en busca de la menor que temían fuera víctima de trata.
En octubre de 2012, Barbie fue la primera desaparecida del Estado de México, por la que la PGJEM ofreció una recompensa de 300 mil pesos a quien aportara datos que llevaran a su localización.
En febrero Lulú revisó la información de los cuerpos no reclamados que llegan al Servicio Médico Forense, y halló datos y fotos que la llevaron al cadáver de su hija.
Luego vinieron los trabajos de exhumación del cuerpo de la fosa común de un panteón de Cuautitlán. El 28 de febrero fue encontrado el cuerpo completo. La PGJEM realizó estudios de ADN que resultaron 94% compatibles con sus padres. Ahora sólo falta recibir los resultados de los análisis de la Procuraduría General de la República.
