Fieles aficionados de los Tigres congregaron por Twitter el pasado 9 de marzo a más de 25 mil personas en el estadio “Alfonso Lastras” (con capacidad para 30 mil), en la llamada Invasión Tigre en el duelo ante el San Luis.
El Internet y las redes sociales han ido tomando tanta relevancia, que el futbol no podía quedarse ajeno a este fenómeno. Por ello, se han visto casos en los que jugadores, aficionados y hasta equipos han recurrido al mundo virtual para hacer jugadas que en el terreno de juego serían de fantasía.
Tal es el caso de los Tigres de la UANL, cuyos fieles aficionados congregaron por Twitter el pasado 9 de marzo a más de 25 mil personas en el estadio “Alfonso Lastras” (con capacidad para 30 mil), en la llamada Invasión Tigre en el duelo ante el San Luis.
Dicho viaje masivo se tenía planeado desde el pasado diciembre, cuando barras como la Libres y Lokos acordaron hacer la “invasión” por medio de las redes sociales en San Luis, por la comodidad y cercanía que tiene con Monterrey.
¿El resultado?: La mayor cifra de aficionados visitantes en la historia de los torneos cortos, aunque por desgracia no de la historia del balompié mexicano, que corresponde a la temporada 1995-96 gracias a 50 mil seguidores de Celaya que acompañaron a su equipo en el duelo ante Necaxa, en el estadio Azteca.
Incluso, este movimiento de aficionados felinos por todo el país llamó tanto, pero tanto la atención, que incluso fue documentada por el canal de televisión Discovery Channel para su programa “Invasión: La mejor afición de México”.
JAGUARES, EL PIONERO
No obstante, el pionero en el uso de las redes sociales a nivel masivo fueron los Jaguares de Chiapas, que recurrió en el Apertura 2011 a Twitter para lanzar una de sus campañas de comunicación contra el entonces defensor del título, los Pumas de la UNAM. A unos días del gran duelo de aquel 29 de octubre, los directivos del Jaguares publicaron el siguiente mensaje: “En el futbol como en la vida, 140 caracteres son suficientes para que decidas de qué lado estás: #rujocomojaguar o #maúllocomopuma”.
Los jugadores felinos secundaron la iniciativa hasta crear cada uno su cuenta personal y saltar al césped con una inscripción muy particular en sus camisetas: En lugar de lucir su nombre, lo que aparecía al dorso eran... ¡sus nombres de usuario y al lado del número figuraba el célebre pajarito de Twitter!
Así, Ismael Fuentes se convirtió en @ifuentes4 y Jackson Martínez en @jacksonm9. La operación fue un éxito ya que el récord de conexiones saltó por los aires, al igual que la zaga de Pumas, vencidos 4-0.
VAQUITAS PARA JUGADORES
También en Facebook, en vez de aspirar a ganar, algunos aficionados estaban dispuestos a gastar por amor a sus colores.
Así, varios fanáticos de River Plate crearon un grupo de apoyo para que su guardameta estelar Juan Pablo Carrizo, cedido por el Lazio italiano en 2011, se quedase en el club a pesar de que su pase costaba unos 6 millones de euros.
Los seguidores del grupo Unidos por Carrizo esperaban recaudar los fondos inspirándose en lo que hicieron sus predecesores en 1981, aunque sin Internet, para que Mario Kempes se quedara.
“Quienes estén interesados en colaborar económicamente (no importa si es con 1, 100 o 10 mil dólares), los invitamos a sumarse para ver realmente cuántos somos los que estamos dispuestos a repetir lo que en aquel momento se hizo con Kempes, pero hoy con quien muchos consideramos el mejor arquero de los últimos tiempos”, explicaban los autores del grupo en Internet, que al final tuvieron que resignarse con ver marchar a Italia a Carrizo.
En Alemania, sin embargo, una historia similar en 2009 sí tuvo un final feliz. El Colonia, deseoso de recuperar a su delantero Lukas Podolski, traspasado al Bayern de Múnich tres años antes, decidió crear una página web destinada a pagar la cláusula de rescisión del internacional alemán.
Así, los hinchas podían comprar áreas pixeladas de una imagen del goleador con el fin de reunir 10% del precio de su traspaso, unos 10 millones de euros. Más tarde, Poldi regresaba a su club de formación.
BOLSA DE TRABAJO
Y ya que un ordenador puede servir para fichar a un jugador, ¿por qué no un equipo completo? Eso se lo plantearon los directivos de Benín cuando, en 2007, publicaron una oferta de empleo por Internet... ¡para reclutar internacionales para su selección!
“Se insta a todos los jugadores benineses que deseen vestir la camiseta de la selección nacional de Benín a que contacten lo antes posible con la dirección técnica de la Asociación Beninesa de Futbol en la siguiente dirección de correo electrónico...”, era lo que se leía en la web oficial de la asociación beninesa meses antes de la Copa Africana de Naciones 2008, con la finalidad de reclutar varios futbolistas.
Más de 30 respondieron al llamado y fueron citados para una concentración en la región parisina a finales de noviembre de 2007. Benín acudiría a Ghana para disputar la fase final continental sin ninguno de esos futbolistas internautas.
TÉCNICO DE VIDEOJUEGO
El inglés John Boileau pensó que tal vez de esa misma forma podría obtener trabajo como director técnico, por lo que en 2006 envió su candidatura al puesto de entrenador del Middlesbrough, entonces en la Premier League, para suceder a Steve McClaren.
¿Sus méritos?: El joven había conseguido conducir a numerosos equipos desde las divisiones británicas más bajas hasta la cima de Europa... ¡en el videojuego de simulación Football Manager!
Aunque parezca increíble, el máximo mandatario del Boro se tomó la molestia de responderle que, pese a ser “un candidato extraordinario”, su solicitud no podía ser tenida en cuenta por el simple motivo de que, con semejante talento, su aventura en el Riverside Stadium habría sido muy breve, pues los grandes clubes europeos habrían tratado enseguida de hacerse con sus servicios.
