La propuesta presentada este lunes y elaborada por el Consejo Rector del Pacto por México traería consigo una 'apertura negativa, riesgosa, no se abre a la academia, a la sociedad civil, a las radios comunitarias, a la sociedad no empresarial...es paradójico y dramático', expuso Batres. ARCHIVO
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que encabeza Andrés Manuel López Obrador, expresó su rechazo a la reforma al sector de telecomunicaciones, y alertó que su aprobación podría poner en riesgo la soberanía nacional.
Martí Batres, líder de ese partido en formación, enumeró las objeciones a ese paquete de enmiendas: "se limita a un reacomodo de la participación de los grupos económicos, es peligrosa en el terreno de la soberanía nacional pues entrega un terreno estratégico del ámbito nacional a inversiones que pueden llegar al 100 por ciento" de capital foráneo.
La propuesta presentada este lunes y elaborada por el Consejo Rector del Pacto por México traería consigo una "apertura negativa, riesgosa, no se abre a la academia, a la sociedad civil, a las radios comunitarias, a la sociedad no empresarial...es paradójico y dramático", expuso Batres.
A su juicio tampoco hay garantía de que se amplíe la pluralidad de contenidos en medios electrónicos, y sostuvo que las nuevas cadenas de televisión que resulten de un cambio legislativo como el propuesto "quedarán dentro de los 30 grupos económicos que ya son dueños de la economía nacional y que comparten ideológicamente el proyecto oficial".
Otro conjunto de observaciones hechas por Batres consisten en que en el documento no se reglamenta la asignación de la publicidad oficial, ni se recoge la reglamentación del derecho de réplica ni la figura del ombudsman del televidente.
Por el contrario, anticipó, si el sector de telecomunicaciones se abre a la inversión extranjera, eso podría anticipar a qué grado se podría llegar en materia petrolera.
En cuanto a la forma el ex legislador dijo que su negociación por fuera de las cámaras del Congreso "es un retroceso autoritario" que pone al Poder Legislativo como "una simple entelequia, sepultado y desaparecido.
En el mejor de los casos, es una oficialía de partes. Ahí ya no se discute nada. Ahí sólo se aprueba lo que ya se discutió en secreto, a oscuras".
Consideró empero que la presentación de la iniciativa es muestra de que ya resultaba "políticamente insoportable" la operación monopólica del sector y que se precisaba del debate.
Pero por eso demandó que el asunto se someta a una verdadera discusión en el Congreso y con la sociedad, pues se intenta enviar un mensaje de que el documento responde a la demanda ciudadana de poner fin a los monopolios y acceder a la tecnología, "pero dista mucho de ser un planteamiento democratizador".
