Sobre las calles de ingreso al Zócalo capitalino, los maestros se organizaron para colocar "vallas humanas" en resguardo al plantón que mantienen en la Plaza de la Constitución.
Sobre la calle 16 de Septiembre y sobre 5 de Febrero, hombres y mujeres hicieron llamados a sus compañeros para que acudieran a reforzar los accesos al Zócalo.
Luego de entonar el Himno Nacional, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) alentaron a sus compañeros a ya no seguir empacando sus pertenencias, en tanto que otros reunieron a sus compañeros por sector y por regiones para informarles que la asamblea no había tomado ninguna decisión y por lo tanto debían permanecer en este sitio.
Desde diferentes espacios en la plancha del Zócalo capitalino, los maestros lanzaron chiflidos de alerta, otros recogían palos y tubos ante un posible enfrentamiento con la Policía.
La idea de una confrontación con efectivos de seguridad se propagó entre los maestros e hizo que se organizaran brigadas, en las que las mujeres también fueron incluidas.
Sin embargo, en otros puntos los maestros continuaban desayunando, antes de que helicópteros de la Policía Federal sobrevolaran en tres ocasiones su campamento.