Kerry propuso un plan que ofrecería a Israel el control de los pasos fronterizos y posiciones de vigilancia en colinas de la zona, propuesta que el líder palestino, Mahmud Abás, rechazó. (ARCHIVO)
El secretario de Estado de EU, John Kerry, regresa en las próximas horas a Oriente Medio para tratar de afianzar con israelíes y palestinos la propuesta de seguridad que les hizo en su última visita, hace sólo cinco días, y que la OLP considera inaceptable por "asumir la posición israelí".
La propuesta, destinada a alentar unas negociaciones en las que ninguna de las dos partes tiene demasiada confianza, contempla algunos de los mecanismos de seguridad que regirían en la zona tras un eventual acuerdo de paz, y entre ellos el de una posible presencia israelí en el ocupado Valle del Jordán durante 10 años.
Según reveló el martes el diario Al Ayyam, próximo al gobierno de Ramala, Kerry propuso un plan que ofrecería a Israel el control de los pasos fronterizos y posiciones de vigilancia en colinas de la zona, propuesta que el líder palestino, Mahmud Abás, rechazó.
Situado en el este de Cisjordania y fronterizo con Jordania, Israel siempre ha considerado esa zona como su "frontera de seguridad", un argumento que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, esgrime a la hora de negar la posibilidad de entregar el control del valle a los palestinos.
"Nunca aceptaremos la presencia israelí en el valle", dijo desde el anonimato un destacado dirigente palestino, a la vez que calificó el último encuentro entre Kerry y Abás, el pasado jueves, de "peor que malo".
El plan del jefe de la diplomacia estadounidense establece, además de una presencia israelí "invisible", que durante esos diez años las fuerzas palestinas de seguridad serían entrenadas para reemplazar a las israelíes en la zona fronteriza, siempre según la versión del citado diario.
Israel mantiene la más absoluta discreción sobre las conversaciones que comenzaron en julio pasado y que, en un principio, deben tener una duración de nueve meses.
Después de una breve crisis en noviembre, los negociadores israelíes y palestinos celebraron dos encuentros el último fin de semana en Washington, en coincidencia con el "Foro Sabán", que se suman a otros tres en las últimas dos semanas y media en Jerusalén y Jericó.
Como parte de su estrategia negociadora de no dejar caer las negociaciones, la Secretaría de Estado informó del regreso de Kerry aludiendo a "la importancia del momento", un optimismo que no comparten los Gobiernos israelí y palestino.
Netanyahu manifestó el lunes que las partes no están en ninguna circunstancia a punto de firmar un acuerdo, mientras que portavoces palestinos advierten de una "verdadera crisis" si el secretario de Estado sigue insistiendo en su plan de seguridad.
Kerry, que llega a la región camino de una visita a Vietnam y Filipinas, se entrevistó el lunes con los negociadores palestino, Saeb Erekat, e israelí, Tzipi Livni, para allanar el camino de sus próximos encuentros en Jerusalén y Ramala.
Su llegada coincide también con las informaciones en un diario israelí acerca de que Washington habría pedido retrasar la liberación del tercer grupo de presos palestinos que cumplen condena en Israel desde antes de 1993.
Se trata de un compromiso que abrió el camino a las negociaciones de paz tras un estancamiento de tres años, y por el que Israel se comprometió a liberar a 104 convictos por delitos de seguridad y asesinato en un proceso gradual de cuatro fases.
El tercer grupo, de 26, debe salir a finales de este mes pero Kerry habría sugerido un retraso de un mes para convencer a los palestinos de que acepten su plan de seguridad, a decir del diario Maariv.
Xavier Abu Eid, portavoz de la oficina de negociaciones de la OLP, recordó que la liberación de los presos no tiene nada que ver con las conversaciones de paz, sino con el compromiso palestino de no acudir a instituciones internacionales durante nueve meses.
"Si Israel pretende jugar con los plazos valoramos la opción de recurrir a organismos internacionales", reconoció Abu Eid sobre una decisión que aún no es firme pero que sí ha sido analizada por el Gobierno palestino.