El exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sergio García Ramírez, afirmó hoy que sería una total regresión histórica que México reimplantara la pena de muerte, al participar aquí en el V Congreso contra la Pena de Muerte.
Al participar dentro del congreso en la mesa redonda “El Caribe: la pena de muerte en la región”, aseguró que aunque algunos sectores de la población quieran restaurarla esto es un absurdo y sería dar un importante paso atrás.
Para el jurista mexicano, “este debate no tiene nada que ver con el control de la seguridad pública (...), ésta hay que lograrla por otros medios legítimos y racionales. La pena capital no es el camino”.
De acuerdo con Amnistía Internacional, en la actualidad la pena de muerte continua vigente en los siguientes países de América: Estados Unidos, Bahamas, Cuba, Guatemala, Guyana, Jamaica, y Trinidad y Tobago.
Interrogado por la postura frente a Estados Unidos sobre el tema, García Ramírez dijo que es de reproche y preocupación, porque la opinión de México y su gobierno ante este debate internacional es clara en contra de la pena capital.
“Es verdad que su situación (en Estados Unidos) es variada, heterogénea, porque algunos estados prohibieron estos correctivos hace pocos años, pero tienen que abolirla por completo”, comentó.
El exjuez también opinó sobre la seguridad en México y sostuvo que se necesita la convergencia pública y privada, así como políticas preventivas claras contra la criminalidad.
“Hay inseguridad en muchos sectores, pero hay que tener paciencia porque no hay resultados de un día para otro”, destacó.
García Ramírez aseveró que le parece “interesante y acertado” el programa de política penal propuesto por el presidente Enrique Peña Nieto.
“Veremos los resultados pero lo que urge es reconstruir las organizaciones policiales por completo, se hicieron ineficaces. Los avances son modestos. Ahí tenemos el resultado del ejército ocupándose de aspectos públicos en los que no debiera meterse”, dijo.
El V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte se realiza en la capital española a partir de este miércoles y hasta el próximo sábado bajo los auspicios de España, Noruega, Suiza y Francia, y en colaboración con la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte.