De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, se calcula que para 2030 morirán 23.3 millones de personas por ello. ARCHIVO
El jefe del Laboratorio de Cardiología, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Luis Manuel Espinosa Castillo, consideró que la población en general debe estar capacitada para saber cómo reaccionar ante un ataque al corazón.
Señaló que 80 por ciento de los ataques cardiacos ocurren fuera de los hospitales y que la atención médica tiene que realizarse “de tres a cinco minutos posteriores, como máximo”, por lo cual es importante que la población esté capacitada.
El también coordinador de la carrera de Técnico Superior Universitario en Emergencias, Seguridad Laboral y Rescates, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), propone implementar el uso y el acceso al desfibrilador automático externo y complementarse con reanimación cardiopulmonar, pues es en ese lapso que puede salvar al paciente.
Espinosa Castillo enfatizó que las afectaciones cardiacas son la principal causa de las muertes súbitas de los deportistas de alto rendimiento.
Agregó que los ataques cardiacos en los atletas ocurren frecuentemente por el síndrome debrugada, una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a jóvenes, de uno a dos por cada cien mil habitantes.
También por el llamado infarto de miocardio, un músculo del corazón que obstruye las arterias; a ello se suman las complicaciones por el estrés físico y mental de los deportistas.
Refirió que los desfibriladores automáticos externos analizan el ritmo cardiaco de un paciente, pero también funcionan para tratar los ataques cardiacos, “sirven porque en 80 por ciento de los ataques ocurre la fibrilación, es decir, una especie de calambres en secciones de este órgano”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, se calcula que para 2030 morirán 23.3 millones de personas por ello.
“En México cada dos minutos ocurre un ataque cardiaco”, refirió Espinosa Castillo y por ello, consideró que el tener “disponibles desfibriladores automáticos externos puede salvar de 50 a 70 por ciento de los pacientes”.
La UdeG puso a disposición del personal de la salud y del público en general cursos de capacitación sobre el uso de ese aparato. A la fecha se han capacitado 50 mil personas.