Lo acaba de anunciar la Procuraduría General de la República, el Gobierno federal recuperará los cuerpos de 63 mineros sepultados a raíz de una explosión en la Mina Pasta de Conchos de San Juan de Sabinas, Coahuila. Se escucharon propuestas para salvarlos en aquellos días del mes de febrero del 2006 cuando se supone habían logrado protegerse, a pesar de estar atrapados. Se dijo en aquel entonces que no podía hacerse nada más que esperar el desenlace. Hubo dudas sobre lo que estaba pasando, a mayor razón si contrariamente a lo que aquí ocurría en la mina San José en la república de Chile habían sido encontrados a 610 metros de profundidad, que de nada más imaginarlos da escalofríos, ¡se sabían enterrados, en vida!, donde con ingenio y destreza se logró liberar a los 33 mineros.
En un ambiente lúgubre, los mineros atrapados se movían como sombras platicándose sus desdichas, la poca paga, la falta de seguridad. Su enemigo más temible: la alta concentración de gas metano. Sumamente explosivo al contacto con el aire. Los mineros más antiguos recuerdan que solían acompañarse de una jaula con un gorrión para detectar el gas. Éste se esconde entre las rocas de carbón. Para iluminarse utilizan la lámpara de carburo, pequeño aparato que produce una llama, producto de la ignición del gas acetileno que se genera por la reacción química al mezclarse el agua y el carburo de calcio. Son clásicas las que llevan un reflector parabólico en su boquilla. Para los amantes de la espeleología es un aparato bellísimo que se utiliza como lo que es una lámpara
Lo que me deja sorprendido es que el gobierno se ha decidido, después de tres años de que ocurriera el siniestro, a reabrir el caso. Pensaran que, como dice el adagio, más vale tarde que nunca. Las familias hicieron un reclamo que llegó a oídos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos quien dictó sentencia en ese sentido. Aun así habría que estar pendiente de que no se utilice un nuevo pretexto para darle largas al cumplimiento del fallo. Eso nos lleva a preguntar: ¿qué se viene escondiendo?, ¿qué se pretende tapar?, ¿a quién o quiénes perjudica que se abra la nueva caja de Pandora? ¿a qué se debió que los gobernantes de antes se hicieran los desentendidos? Se dice que el costo de las labores de recuperación, que podría ser de varios millones de dólares, gravitará sobre la empresa Industrial Minera México.
Este asunto nos da pie a que vuele nuestra imaginación. ¿qué encontrarán en el lugar? ¿restos de cadáveres? o dirá que ¿se pulverizaron con el paso del tiempo? si encuentran los esqueletos ¿una necropsia podría decir si hubo balas de por medio? o ¿simplemente se trató de heridas producidas por la explosión? ¿poderoso caballero es don dinero? o ¿caballero sin dinero es un don nadie? o ¿sin dinero nadie es caballero? La frase que puso en boga Francisco Quevedo y Villegas. es una sentencia contra el poder del dinero. ¿De eso se trata en Pasta de Conchos? quién es más de culpar, aunque los dos mal hagan, el que peca por la paga o el que paga por pecar, dice la Décima Musa. Esto de los mineros mártires no huele a gas metano huele a irresponsabilidad, a negligencia y a ausencia total de humanitarismo, que debería ser un sentimiento de compasión para con todos los hombres.