Con todo el país pendiente de las masivas protestas convocadas para el domingo, la violencia volvió a golpear Egipto con la muerte de al menos dos personas a causa de los enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente del país, Mohamed Mursi, en la ciudad mediterránea de Alejandría.
En El Cairo, los seguidores de Mursi hicieron una demostración de fuerza, mientras los opositores tomaron posiciones en la simbólica plaza Tahrir, epicentro de la revuelta que derrocó a Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Aunque esta jornada se registraron actos de violencia en distintos puntos del país, los principales tuvieron lugar en el delta del Nilo, donde fueron incendiadas oficinas del gobernante Partido Libertad y Justicia (PLJ) y dos persona murieron y otras 88 resultaron heridas en enfrentamientos en Alejandría en los que ambos bandos se lanzaron piedras y se dispararon perdigones y balines.
Uno de los fallecidos era un estadounidense de 21 años que, según fuentes de seguridad, estaba grabando imágenes de los choques, mientras que el otro era un seguidor islamista de Mursi.
Desde el pasado miércoles, seis personas han muerto por los choques en Egipto, la mayoría de ellas en la provincia de Dakahliya, en el delta.
Al igual que el viernes anterior, los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, secundados por sus aliados salafistas de la Gamaa Islamiya, abarrotaron la plaza de Rabea Adauiya, en el distrito cairota de Ciudad Naser.
Bajo el eslogan "La legitimidad es una línea roja", decenas de miles de hombres y mujeres -con barba ellos, con velo ellas- defendieron la labor de Mursi y acusaron a la oposición de pretender derribar al presidente por vías antidemocráticas.
La intención de los islamistas es hacerse fuertes en este lugar hasta que llegue el domingo, día en que se cumple un año de la toma de posesión de Mursi y cuando la oposición planea salir en masa a las calles del país para exigir la renuncia del presidente y la convocatoria de elecciones anticipadas.
En un día tórrido, egipcios de ciudades como Suez, Alejandría o El Arish se acercaron a El Cairo para recordar que, pese a la grave crisis política, Mursi goza todavía de un considerable apoyo popular.
Uno de los manifestantes, Ahmed Abu Alam, aseguró a Efe que su intención es solo "proteger la legitimidad porque este presidente lo hemos elegido con nuestra libre voluntad y cualquier país, después de una revolución, necesita un poco de paciencia para construir el Estado".
Otros grupos salafistas, como el partido Al Nur, decidieron permanecer neutrales y no salir a manifestarse a favor ni en contra de Mursi.